En un sistema democrático como el nuestro, la presencia de la oposición no sólo es necesaria, al permitir la preservación del equilibrio del poder, sino indispensable, como fuerza política que sirve de contrapeso al gobierno, e inevitable, como forma de expresión distinta y opuesta de la sociedad. 

Los principales partidos de oposición en nuestro país, PRI, PAN y PRD, han conformado, de cara a los comicios presidenciales de 2024, una alianza electoral denominada Frente Amplio por México, el cual en días pasados dio a conocer el método y los procedimientos por los que elegirán al que será su candidato presidencial.

Siendo el registro de aspirantes mañana, y con el retiro de los senadores Germán Martínez, Claudia Ruiz Massieu y Lilly Téllez, al considerar que el proceso no garantiza una contienda justa ni encontrarse realmente abierto a la participación ciudadana, serán 13 los aspirantes que se inscribirán en este proceso. Por el PAN, Santiago Creel Miranda, Juan Carlos Moreno Hicks y Jorge Luis Preciado; por el PRI, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid, Ildefonso Guajardo, José ángel Gurría y Alejandro Murat; por el PRD, Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera; así como el empresario Gustavo de Hoyos y los candidatos Gabriel Quadri y Xóchitl Gálvez Ruiz, diputado y senadora externos del PAN respectivamente.

El proceso consistirá en tres etapas. En la primera de ellas deberán ser respaldados cada uno por 150 mil firmas válidas de militantes, simpatizantes o integrantes de la sociedad civil, mismos que deberán registrarse en una plataforma electrónica; la segunda, donde quienes hayan cumplido satisfactoriamente el primer requisito, participen en foros y estudios de opinión pública que permitan elegir a los tres mejores perfiles con mayor respaldo social; y una tercera, en donde los tres finalistas participen en cinco foros regionales, siendo sometidos nuevamente a estudios de opinión pública que, junto a la realización de una consulta directa con aquellos ciudadanos registrados previamente en la plataforma, permita dar a conocer, el domingo 3 de septiembre, al candidato que sea el o la Responsable Nacional para la Construcción del Frente Amplio por México, justo tres días antes de que Morena anuncie al suyo.

De todos los aspirantes a registrarse sobresale la figura de la senadora Xóchitl Gálvez, quien en principio, buscaba ser la candidata a la jefatura de gobierno de la CDMX, y que, ante la negativa del presidente López Obrador de recibirla en la conferencia “mañanera” en palacio nacional, pese a contar con un amparo para ejercer su derecho de réplica, circunstancia muy afortunada para ella, ante las declaraciones que hiciera el mandatario en cuanto a que la senadora fuera partícipe de buscar la cancelación de programas sociales de apoyo a adultos mayores, impulsa, sin quererlo o no, su figura mediáticamente, abriéndole la puerta para ser considerada por los partidos de la Alianza como una carta fuerte  para competir como aspirante a la candidatura presidencial de 2024.

Nacida hace 60 años en Tepatepec, Hidalgo, a 60 kilómetros de distancia de Pachuca, Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz, de origen indígena y proveniente de una familia de escasos recursos, enfrentó toda una serie de dificultades familiares, culturales y económicas, que van desde superar la cultura del “te toca”, “te toca lavar los trastes”, “te toca acarrear el agua”, “te toca servirles a tus hermanos”, “te toca vender gelatinas”, vivir en un cuarto de azotea en Iztapalapa, en su etapa como estudiante universitaria, entre otras, hasta recibirse como ingeniera en computación por la UNAM, con especialidad en robótica, inteligencia artificial,  edificios inteligentes, sustentabilidad y ahorro de energía, sorteando toda una serie de vicisitudes y adversidades, permitiéndole romper paradigmas y estereotipos, llevándola a fundar en 1992 la empresa High Tech Services, especializada en edificios inteligentes, la cual posibilita que pudiera contar con una mejor condición económica, y en 1992 a crear la fundación Porvenir, apoyando a niños con desnutrición en zonas indígenas de México, posición que le permitió integrarse durante el gobierno del ex presidente Vicente Fox, y que es uno de sus mayores impulsores, como titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, competir como candidata al gobierno de Hidalgo en 2010, delegada en la demarcación Miguel Hidalgo en la Ciudad de México de 2015 a 2018 y desempeñarse actualmente como senadora plurinominal por el PAN.  

Esta narrativa de superación frente a cualquier obstáculo, sin duda encomiable, se antoja muy redituable en términos electorales, al contar con características muy particulares como el manejo de un lenguaje popular que la aleja de la figura del político tradicional, e irónicamente la acerca al pueblo, tanto o más que la principal candidata por Morena, Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard. En este sentido, si bien diversos analistas coinciden en que la elección de 2024 podría ya “estar dada” en términos de conocer por adelantado el resultado de la misma, es decir, el posible triunfo de Morena en las urnas, la figura de Xóchitl Gálvez revitaliza el proceso de cara a una posible contienda entre ella y la principal abanderada del oficialismo, en donde el discurso puede revertirse en favor de la senadora que, aunque mantenga afinidad con un partido de derecha, sin ser militante del mismo, sus circunstancias de vida posicionarían a sus rivales como los fifís, provenientes de clases sociales más acomodadas, obligándolos a redefinir y afinar sus estrategias, y a las cúpulas partidistas del Frente Amplio, particularmente el PAN, con quien siempre ha mantenido una relación de estira y afloja, a decantarse por ella en detrimento de perfiles como Enrique de la Madrid o Santiago Creel.

La apuesta por la búsqueda de la presidencia por parte de Xóchitl puede resultar arriesgada, pero muy redituable, decidiéndose todo en el proceso de selección del candidato por parte del Frente Amplio. En cualquier caso, de no resultar electa, siempre puede competir, como originalmente era su plan, por la candidatura a la jefatura de gobierno.  

Aún hay tiempo…esperaremos.

 

@ottorenecaceres

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Xóchitl y la Oposición