Burdeos, Francia

El documental pasó en el horario estelar de la TF1. Se trata de es un canal francés de televisión abierta de índole privada, operado por Groupe France. Aunque comenzó sus emisiones el en los primeros días de enero de 1975, el canal se motó sobre la frecuencia del primer canal de la la radiodifusora que existía desde 1935. Desde 1988 es el canal con más audiencia de Francia. En este espacio, se transmitió un programa sobre la mujer mexicana.

Fue triste ver cómo nos retratan. La primera imagen, que fue la que atrapó mi atención, fue una pareja que se abraza y une los labios en el Callejón del Beso en la Ciudad de Guanajuato. En seguida, la imagen se diluye y aparece una pareja bailando una melodía que lo mismo podía ser salsa que reguetón. Bailaban apretados, con movimientos sensuales y en medio de ambos, una AK-47 formaba parte del bailable. Con normalidad, ambos se movían al ritmo de la música, mientras el arma iba y venía como si se tratara de un accesorio decorativo.

Las imágenes hablaban por sí mismas: parejas que convivían normalmente en algo que parecía ser una fiesta, festejando con naturalidad que en ese convivio hubiera armas de grueso calibre cuya portación está prohibida para civiles mexicanos. En medio de la pista de baile, otras parejas, niños corriendo, perros echados panza para arriba, jóvens y viejos brindando. Balas y alcohol. La imagen del macho contrastaba con la de la mujer complacida y complaciente. Feliz de estar con su pareja y sonriente. Por fin, la imagen se diluye y una voz en off empeiza a explicar que México es uno de los países del mundo con mayor número de feminicidos.

En el documental se muestra que Brasil es el país del mundo en el que hay más feminicidos, seguido de Honduras. No obstante, se centran en México para reportar que, si se suman los homicidios dolosos y los feminicidios perpetrados en el primer trimestre de 2023, ya se suman 901 víctimas, es decir, un tres por ciento más que las 870 reportadas para los mismos meses del 2022. La reportera se ve indignada ante la falta de acción de la justicia y deja ver el poco interés que existe por parte de las autoridades para detener este problema que está matando a muchas mujeres en nuestro país.

Me escandaliza ver que en el extranjero tengan una imagen como esta de nosotros, me duele que sea cierta. Critican al presidente López Obrador a quien describen como una persona que no entiende la gravedad del problema y que no sabe distinguir entre un asesinato y un feminicido. Se expone la facilidad con la que una mujer puede desaparecer y lo difícil que será dar con su paradero. Peor aún, el documental pone el dedo en la llaga al señalar la fallida política del Estado de tratar a los criminales a abrazos y no a balazos.

Lo que me demolió fue esa imagen de una mujer muy joven bailando con su pareja y una AK-47 como si se tratara de algo maravilloso. No sé si fue una puesta en escena, ojalá lo haya sido, pero con honestidad debo decir que no parecía. Lo que esas imágenes captadas para ser reproducidas en el extranjero mostraban era a una mujer feliz de la vida, rotando encantada mientras su pareja traía colgada un arma de grueso calibre que sirve para matar.

Luego, documental da cuenta de mujeres que salen a protestar, que van por las calles con palos y con la cara tapada, que arengan por las muertas y que quieren un cambio. Mujeres enojadas, dice la voz de la documentalista y remata: mujeres asutadas. Nadie las oye. Según el documental de TF1, en México las mujeres en México protestamos con enojo mientras otras bailan al son de la música mirando enamoradas a su pareja. Tan enamoradas que es lo de menos si un arma está en medio de ellos.

Lo que creí que sería un documental turístico para invitar a los franceses a visitar la Ciudad de Guanajato fue algo que me dejó con la boca amarga por la crudeza de la realidad de esta reflexión que los franceses hacen sobre la mujer mexicana.