Ciudad de México, México.– La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, reveló este jueves en su conferencia matutina que el vicesecretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, manifestó su desacuerdo con las redadas migratorias impulsadas por la administración estadounidense, argumentando que estas acciones podrían afectar negativamente a la economía del propio país.

Según Sheinbaum, durante la reunión bilateral sostenida esta semana, Landau expresó preocupación por el impacto económico y social que implican las detenciones masivas de migrantes.
“No estamos de acuerdo en que se utilicen redadas para detener a personas que trabajan necesariamente en los Estados Unidos”, declaró la mandataria. “Eso va a dañar no solamente a las personas, sino a la propia economía de los Estados Unidos”, añadió.
Un encuentro cortés y con agenda amplia

La presidenta calificó el encuentro con el funcionario estadounidense como “cortés” y afirmó que tuvo lugar en el contexto de la presentación formal de Landau como nuevo representante del gobierno de Donald Trump ante México.
“Dicho por él, vino a buscar la mejor relación entre México y Estados Unidos”, señaló Sheinbaum al iniciar su habitual diálogo con medios.
Durante la conversación, ambos abordaron temas clave de la agenda bilateral, entre ellos la seguridad y la migración. “Fue una buena reunión”, afirmó la jefa del Ejecutivo federal, al tiempo que insistió en la importancia de mantener una relación sólida entre los pueblos y gobiernos de ambas naciones.
Defensa de los migrantes y tensiones latentes

Sheinbaum reiteró su postura en defensa de los derechos de los migrantes, muchos de los cuales trabajan en sectores esenciales de la economía estadounidense. La mandataria ha insistido en varias ocasiones que México abogará por un enfoque más humano y justo en las políticas migratorias de la región.
Ante la pregunta de si en la reunión se limaron asperezas, Sheinbaum respondió de forma escueta: “Hablamos de la importancia de la relación”. El mensaje sugiere un tono diplomático, aunque sin descartar tensiones sobre un tema históricamente conflictivo entre ambos países.
El encuentro se da en un contexto complejo, marcado por un endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos y crecientes reportes de acciones por parte de grupos antiinmigrantes. Organizaciones civiles han identificado al menos 13 “focos rojos” vinculados a estas agrupaciones, lo que ha generado inquietud en comunidades migrantes y activistas de derechos humanos a ambos lados de la frontera.