Sin duda, la Semana Santa es una de las fechas más importantes en el calendario católico anual al conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, celebrada durante un periodo de ocho días, el cual da inicio el Domingo de Ramos, culminando el Domingo de Resurrección, correspondientes a la última semana de la Cuaresma, periodo de preparación espiritual de 40 días que conduce precisamente al inicio de la Semana Santa, es decir, la Pascua de Cristo (su muerte y resurrección) mediante el ayuno, la oración, y la práctica de la cariad fraterna.
Sería el Papa Gregorio el Grande, en el siglo XI, quien instituyera que la Cuaresma diera inicio el Miércoles de Ceniza, celebración en la cual los creyentes reciben una cruz de ceniza en la frente, para recordar que vienen del polvo como un recordatorio de la mortalidad humana y símbolo de penitencia, invitándolos a la reflexión, el arrepentimiento y la conversión, con el objetivo de cumplir cuarenta días de ayuno y preparación espiritual para la Pascua.
La Semana Santa tiene como propósito recordar la pasión de Cristo, es decir, la entrada a Jerusalén, la última cena, el viacrucis, la muerte y resurrección de Jesús de Nazareth, y aunque su celebración suele iniciarse en diferentes lugares el viernes de Dolores (viernes anterior al Domingo de Ramos dentro de la quinta semana de la Cuaresma) la fecha de la celebración es variable, correspondiente a la primera luna llena posterior al equinoccio de primavera del hemisferio norte, llevándose a cabo entre el 22 de marzo y el 25 de abril de cada año en el calendario de la iglesia católica y las iglesias protestantes, y entre el 4 de abril y el 8 de mayo en el calendario de la iglesia ortodoxa regida por el antiguo calendario juliano, el cual fuera introducido por el emperador romano Julio César en el año 46 a.c. y utilizado en Europa hasta el siglo XVI cuando fue remplazado por el calendario gregoriano, sistema establecido por el Papa Gregorio XIII en 1582, el cual nos rige actualmente.
Ahora bien, si para los cristianos la Pascua celebra la resurrección de Jesús, hecho ocurrido en la provincia romana de Judea entre los años 30 y 33 d.C. al tercer día de haber sido crucificado en el monte Gólgota, representando la victoria sobre la muerte y la promesa de vida eterna para los creyentes, celebración que encuentra su base en los eventos relatados en los evangelios contenidos en el Nuevo Testamento de la Biblia cristiana; para la religión Judía, la Pascua, o Pésaj (vocablo que tiene su origen en una de las diez plagas con que Dios castigara al pueblo egipcio, cuyo significado literal es “saltar” o “pasar por encima” en referencia al ángel de la muerte en busca de los primogénitos egipcios, pasando por alto las casas marcadas con sangre de cordero, el cual en latín litúrgico pasó a ser pascha y posteriormente pascua por similitud con el término pascuum, el cual refiere a un lugar de pastizales, es decir, a un sitio donde el rabaño se libera del hambre), conmemora la liberación del pueblo hebreo, guiados por el profeta Moisés, de la esclavitud de Egipto, y los cuarenta años por el desierto en camino hacia la tierra prometida de Canaán, relato contenido en el Pentateuco (conjunto de los cinco primeros libros de la Biblia) formalmente en el segundo de ellos conocido como el Libro del Éxodo o Tanaj, equivalente al Antiguo Testamento de la Biblia cristiana, siendo a la vez una de las tres fiestas del peregrinaje judío (Shalosh Regalim) al templo de Jerusalén, cuando este aún no había sido destruido, para ofrecer un sacrificio.
Lo cierto es que ambas pascuas, tanto la cristiana como la judía, simbolizan la transición a un nuevo estado, siendo para los primeros el paso (salto) de la muerte a la vida eterna a través de la resurrección de Jesús, dando cumplimiento a las profecías expresadas en el Antiguo Testamento sobre la venida del Mecías, mientras que para los segundos representa el paso (salto) de la esclavitud a la libertad, por lo que, en ambos casos, representa una celebración de salvación y protección asociada a lo divino.
De acuerdo con el calendario tradicional hebreo, el 15 de Nisán o primer día de la pascua judía, la cual se prolonga durante 7 días en Israel, está prohibido consumir alimentos derivados de cereales fermentados, comiéndose en su lugar pan ácimo (sin levadura), cesando el trabajo, rezando oraciones y preparando alimentos rituales para el seder, cena familiar que se celebra la primera noche en la que se leen fragmentos del Éxodo; mientras que para los católicos involucra, dependiendo de un país a otro y de una tradición cristiana a otra, procesiones, celebraciones litúrgicas, reuniones familiares, así como guardar ayuno y abstenerse de comer carne el Viernes Santo, y en algunas partes de Occidente, es decir, países correspondientes, en América, a Estados Unidos, México, Canadá, Colombia, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Panamá, Cuba Venezuela, República Dominicana, Perú, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, Ecuador, Puerto Rico, Bolivia, Belice, Nicaragua, Honduras; en Europa, Reino Unido (Inglaterra. Irlanda del Norte, Escocia, Gales), Francia, España, Italia, Bélgica, Holanda, Portugal, Suiza, Austria, Alemania, Irlanda, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Croacia, Grecia, Chipre, Malta, Rumanía, Bulgaria y los llamados micro estados europeos como El Vaticano y Luxemburgo; en África, la República de Sudáfrica; en Medio Oriente, Israel; y en Oceanía, Australia y Nueva Zelanda; la decoración y consumo de huevos de Pascua.
En nuestro país, la celebración y representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, Ciudad de México (CDMX), es una de las más concurridas y famosas el continente, congregando cada año casi 3 millones de espectadores a través de una obra teatral, cuyos orígenes datan de 1843, fecha en que sus habitantes agradecieron de esta manera a Dios el alejar una epidemia de cólera que dejara miles de muertos, manteniéndose esta tradición hasta nuestros días colaborando las autoridades de la CDMX junto a los moradores de los ocho barrios: La Asunción, San Ignacio, Santa Bárbara, San Lucas, San Pablo, San Miguel, San Pedro, y San José; celebración que ha sido declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México en 2012 y Patrimonio Cultural Inmaterial de México en 2023 por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Este domingo 20 de abril concluye el Triduo Pascual, es decir, los días más importantes de la Semana Santa que comprenden desde la tarde del Jueves Santo (cuando concluye la Cuaresma) hasta el Domingo de Resurrección.
¡Pórtense bien!
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