El gobierno corporativo, esto es, el gobierno en una empresa puede tomar diferentes formas. Quién toma las decisiones de mayor impacto en la empresa depende del control legal que se ejerce por la tenencia de las acciones que integran su capital. Dicho esto, cada país, incluso cada cultura, impacta en la forma en que se ejerce dicho control, o gobierno.
Por ejemplo, en el modelo anglosajón, en los Estados Unidos de América la tenencia de acciones se ve influenciada por la existencia de un mercado financiero libre y muy desarrollado que genera fácil acceso a las empresas estadounidenses para obtener fondos a través de la emisión de acciones. En una cultura individualista, basada en el libre mercado, las empresas emiten acciones de manera constante y una gran parte de las acciones se encuentran en manos del público en general. Esto favorece un modelo de gobierno corporativo en el que los accionistas no intervienen en la vida diaria de la empresa y depositan muchas de las grandes decisiones en el Chief Executive Officer (CEO), o presidente.
Otro ejemplo es el modelo japonés que, posterior a la segunda guerra mundial fue forzado a cambiar su modelo basado en cuatro grandes monopolios familiares y abrir su mercado financiero al mundo capitalista. La respuesta de los japoneses para proteger sus empresas de los países aliados se basó en su cultura enfocada a la ética y el trabajo en equipo y decidieron formar los grupos empresariales. Los grupos empresariales se formaron asegurando mantener el mayor porcentaje de acciones en tenencia recíproca entre las empresas del grupo. De esta manera los principales accionistas serían institucionales, esto es las propias empresas, y se aseguraba el control y gobierno corporativo dentro del grupo.
La cultura mexicana basada en los valores familiares generó que las principales empresas mexicanas, originadas como pequeñas empresas de familia, mantuvieran su modelo de gobierno corporativo aún al crecer y convertirse en grandes empresas internacionales. El modelo mexicano se basa en la tenencia del mayor porcentaje de las acciones en manos de miembros de la familia originaria. Comenzando con el mayor porcentaje en manos de su fundador, pero complementado con porcentajes alternos de varios miembros de la familia, e incluso familiares políticos y amigos considerados parte de la familia. De esta manera, las empresas mexicanas no buscan colocar nuevas acciones en el mercado financiero mexicano. Sino que buscan acceder a fondos de financiamiento usando instrumentos como la deuda o derivados. Esto con el fin de no compartir el gobierno corporativo de la empresa y mantener el sentido de “familia” en las grandes decisiones y en el día a día de su operación.
Tres modelos ejemplo en los que la cultura ha tenido impacto en la definición del modelo corporativo. Tres modelos con grandes casos de éxito empresariales. La pregunta que se antoja es ¿Cuál de ellos es el mejor? La respuesta sería muy difícil de evaluar. Lo que si podemos concluir es que su definición obedece a la cultura en que se originaron y que siguen inmersos. Y que quizá un modelo opuesto no se tan funcional como el diseñado por la propia cultura. ¿Usted qué opina?