Guanajuato, Gto.- En el mes del orgullo gay, en Guanajuato resuenan ecos de las terapias de conversión, y las ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género), prácticas que son catalogadas como actos de tortura y una violación a los derechos humanos.
Recientemente se presentaron 3 casos de terapias de conversión en León, lo que nos lleva a pensar, que un año de haberse prohibido, las terapias de conversión, la discriminación y la violencia a la comunidad LGTBQ+ están vigentes en la entidad.
A continuación, explicaremos ¿Qué son las terapias de conversión? y ¿Por qué en Guanajuato se ha buscado prohibirlas? y ¿Cuáles son las iniciativas para prohibirlas?
¿Qué son las terapias de conversión?
Las terapias de conversión son intervenciones que buscan alterar la atracción hacia las personas del mismo sexo o la expresión de género de una persona con el objetivo específico, promover la heterosexualidad como resultado “preferible”y único.
Esto se hace con la premisa de que la homosexualidad y la diversidad de género son patológicas. Al considerar a la homosexualidad y a las identidad de género disidentes, como si fuese algo antinatural.
Por ello, las terapias de conversión son consideradas como torturas psicológicas y físicas en el que las personas de la comunidad LGTBQ+ son “obligadas contra su voluntad” a ser otras personas que no son, induciendo al bajo espejo, determinado y normativo de la heterosexualidad.
Lo peor es que hay personas que creen que las terapias de conversión son en realidad, una especie de terapia real, que ayudan a las personas y los lleva por el camino del orden y la rectitud. No obstante, las terapias de conversión también llamadas ECOSIGA, solo han causado, estrés, hostigamiento, tortura y depresión a quienes les son sometidas.
En dichas terapias de conversión, las personas son obligadas al “tratamiento” insultadas, negadas, violentadas, y manipuladas hasta el cansancio, quebrando en algunas ocasiones la salud psicológica de las personas, incluso empujando a algunas personas al suicidio.
Estas prácticas son claramente una violación a los derechos humanos, principalmente para la comunidad trans, gay, bisexuales, queer y toda la comunidad LGTBQ+ en general.
Polémica en torno a las terapias de conversión en México
Lleva poco más de un año que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aprobó la prohibición de las Terapias de conversión sexual, llamadas las ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género) al considerar que dichas terapias, violaban los derechos humanos, principalmente los de la comunidad LGTBQ.
Periódico Correo relató que en ese entonces, las diputadas panistas Teresa Castell, Margarita Zavala y Mariana Mancillas rechazaron la aprobación del dictamen, argumentando que la prohibición de las terapias de conversión, “criminalizan a los padres, maestros y organizaciones religiosas que lo fomentan.”
En el mismo sentido se pronunció el diputado Gabriel Quadri, quien mencionó que lo que se busca es imponer “una ideología perversa” en niños y jóvenes.
Por el contrario, la propuesta de prohibir las terapias de conversión sexual, recibió el respaldo de Morena, el Partido del Trabajo (PT),el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Movimiento Ciudadano (MC). En apoyo y reclamo de toda la representación de la comunidad LGTBQ+ en la cámara de diputados.
Mientras que la bancada del PAN se quedó atrás, y se pronunció en contra de la prohibición, por lo que presentó más de 100 reservas al dictamen, y aún así fracasó.
Finalmente la iniciativa, recibió 77 votos a favor, cuatro en contra y 15 abstenciones, y de una vez por todas, poner fin a los llamados Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual o Identidad de Género (ECOSIG), mismos que han sido catalogados por organizaciones internacionales como actos de tortura.
Esta pasó a la prohibición, dio un escalón para la defensa de los derechos humanos en México y un pasó histórico para los derechos y reclamos de la comunidad, en dónde incluso los movimientos LGTBQ+ celebraron la decisión en el Congreso.
¿Qué iniciativas se hablarán en Guanajuato en torno a la prohibición de las terapias de conversión sexual?
No obstante, la situación en Guanajuato ha sido distinta, tan sólo hace algunos días se identificaron 3 casos de terapias de conversión en la ciudad de León, e inclusive un caso de un exorcismo, denunció una de las personas afectadas por estás prácticas.
Lo que se evidencia, una ausencia punitiva por realizar estás prácticas en la entidad, y varios retrasos y retrocesos debido a las decisiones de Gobierno del PAN, en dónde no solo no se ha escuchado a los colectivos de la comunidad, sino que no han cumplido las sugerencias hechas por la propia Suprema Corte en el país.
Cabe decir, que actualmente se analizan dos iniciativas en el Congreso de Guanajuato para tipificar a las terapias de conversión como un delito en el estado de Guanajuato, mismas iniciativas que estarían por ser analizadas la próxima semana.
Estas son las iniciativas que fueron dadas a conocer el pasado 2 de junio en el Congreso del Estado de Guanajuato, por la Comisión de Justicia en torno a prohibir y castigar las terapias de conversión o (ECOSIG)
La primera, busca sancionar a quien realice, imparta, aplique, obligue o financie cualquier tipo de tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice, restrinja, impida, menoscabe, anule o suprima la orientación sexual, identidad o expresión de género.
Además, con estas iniciativas, se plantea considerar como delito las terapias de conversión sexual, sancionándolas con prisión, multa e inhabilitación; e imponer de uno a tres años de prisión, de cincuenta a doscientos cincuenta días de multa, y la inhabilitación de su ejercicio profesional por el mismo tiempo.
La segunda, […] propone incorporar el tipo penal denominado Delitos Contra la Orientación Sexual o la Identidad de Género de las Personas, el cual contemple la imposición de una sanción de dos a seis años de prisión y multa de 1 mil a 2 mil UMAs a quien realice, imparta, aplique, obligue o financie cualquier tipo de tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice, restrinja, impida, menoscabe, anule o suprima la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona.
De resolverse la prohibición, se estaría solventando una deuda que tiene el estado con la comunidad LGTBQ+, en conjunto a los reclamos, que como la activista y política trans, Salma Luevano mencionó hace unos días, en su visita al Congreso.
“Los derechos humanos son progresivos y no regresivos”, en relación con las dos propuestas que se discutirán en el pleno la próxima semana: matrimonio igualitario y prohibición de terapias de conversión.
Además, Luevano llamó a reconocer a la comunidad,
“Que no solo sea esa visibilidad en este mes. En estas mal llamadas terapias de reconversión no podemos permitir que sigan cobrando vidas. Para quienes aún tienen dudas de qué está pasando, decirles que sí está pasando, que está cobrando vidas, y tenemos que hacerle frente”
Agregó previo a las conversaciones que se discutirán la próxima semana en el Congreso de Guanajuato.
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