EL MOMENTO. A 10 días del cambio de poderes en los Municipios, 12 de los 17 municipios en los que fue declarada la alerta de género por parte de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres son gobernados por Acción Nacional, 3 por Morena y los 2 restantes, por el PRI.

MENOS AZULES. A partir del 10 de octubre las cosas cambian. El PAN mantiene el poder en Acámbaro, Apaseo el Alto, Apaseo el Grande, Dolores Hidalgo, Guanajuato, Irapuato y León y le arrebata Silao a Morena. En total tendrá 8.

CRECE. Morena, pasa de 3 a 7 municipios gobernados de los incluidos en la alerta. Perdió Silao con el PAN y conserva Salamanca y Valle de Santiago. Le quita Celaya, Pénjamo y Salvatierra al PAN y al PRI le arrebata Abasolo y Villagrán.

RESTANTES. Los otros 2 municipios restantes, Santa Cruz de Juventino Rosas y Cortazar también eran gobernados por el PAN y ahora pasan a un gobierno independiente y a Movimiento Ciudadano, respectivamente.

DESPUÉS, YA NO. Esto, solamente es una referencia que no es menor. Ni siquiera el dirigente estatal del PAN Aldo Márquez ha dicho abiertamente que la alerta tenga un tinte partidista pero hoy 2 tercios de los municipios son en este momento gobernados por el PAN.

HECHOS Y NÚMEROS. Ayer, se instaló la mesa de trabajo atestiguada por la gobernadora que comenzará a aterrizar los compromisos que deberán cumplirse en los próximos meses en el estado. La realidad es que, salvo los Municipios que no cambian de color partidista (9 de los 17), la presencia de los otros 8 fue simbólica porque ya se van esas autoridades y después del 10 de octubre habrá una nueva mesa de instalación con los que llegan.

“ÁREAS DE OPORTUNIDAD”. En estos Municipios la alerta advierte que hay acciones a favor de las mujeres pero no hay claridad de la vinculación con objetivos y metas con los gabinetes y con los consejos municipales ni tampoco se cuida la congruencia en la acción.

INSUFICIENCIAS. Se recuerda que lo más importante en el tema presupuestal no es el gasto sino los resultados sobre todo porque en las evaluaciones sobre el impacto, la fiscalización no tiene una dimensión de la evaluación de género.

EL LADO POSITIVO. La nueva configuración política del estado se quiera o no, coloca, la etapa del cumplimiento de las acciones en otra dimensión en los Municipios que tendrán alcalde de otro partido. El relevo en las autoridades federales y estatales oxigena el entorno. Más allá de si hubo o no intención política en la alerta, las acciones a favor de las mujeres están en la agenda de todos los que ganaron posiciones en esos municipios y ni se diga en la gubernatura.

EN POCAS PALABRAS. Con o sin alerta, hay compromisos y una deuda histórica que cumplir con las mujeres.

LA DEL ESTRIBO…

Ayer se despidieron Beatriz Tovar, Sandra Liliana Prieto y Antonio Ortiz como consejeros del Instituto Estatal Electoral. Terminan un período de 7 años para el que fueron designadas. De manera particular, las 2 primeras, destacaron por el rigor con el que solían fijar sus posiciones y en no pocas ocasiones, su disidencia de posiciones de la mayoría con inteligencia y argumentos. Quizá, un escalón arriba, la consejera Prieto que con antelación, advirtió sobre yerros y decisiones equivocadas o con deficiencias técnicas que los tribunales evidenciaron.

JAVIER MENDOZA: EL PRECIO MÁS DOLOROSO DE COMBATIR LA DELINCUENCIA

Hace un par de años, más de un mes después de que asesinaron a su hijo, el alcalde de Celaya Javier Mendoza Márquez reflexionaba públicamente por primera vez del impacto que en lo personal tuvo ese acontecimiento para él y su familia en uno de los municipios más violentos del país.

Y decía que pese a todo, seguiría de frente y que no iba a solicitar licencia a su cargo, cuando todavía no había cumplido un año de asumir la alcaldía.

“Debo confesarles que nunca imaginé el costo tan alto que iba a pagar mi familia por tratar de resolver y enfocar el rumbo de Celaya. Como todos lo saben, hace unas semanas, la vida me orilló a reflexionar sobre este cargo que las y los celayenses, me encomendaron. Me preguntaba: ¿vale la pena seguir? ¿A qué costo voy a estar aquí ? Hoy en mi familia estamos viviendo lo que muchas familias han padecido. No puedo mentirles: tenemos el corazón roto. Nuestra sonrisa no es ni nunca será la misma pero lo que sí les puedo decir es que nuestra convicción sigue intacta. Hoy les digo que seguimos firmes en esta encomienda porque queremos honrar la memoria y el recuerdo de nuestro querido hijo. Aquí estoy y aquí seguiré mientras Dios me preste vida”.

A unos días de que termine su encargo, quizá Javier Mendoza se pregunte si valió la pena asumir la alcaldía cuando el entorno violento no cambió mucho en sentido positivo, el estado de cosas en este municipio, centro neurálgico de las operaciones del Cartel Santa Rosa de Lima.

Aún más, la percepción empeora porque después del asesinato del hijo del alcalde, también asesinaron a la candidata que registró Morena originalmente en este municipio.

Al final, este partido ganó la alcaldía. Mendoza será el alcalde panista que entregará el poder a la oposición. Vaya paradoja.

 

CARLOS ZAMARRIPA: EL ANUNCIO DEL ADIÓS AL TODOPODEROSO

La noticia de la confirmación de su renuncia trasciende de manera natural las fronteras guanajuatenses porque no ha habido otro Fiscal que dure 15 años en su cargo aun cuando 2 terceras partes de ese período hayan sido como procurador de Justicia.

Además, el a partir de hoy expresidente Andrés Manuel López Obrador se encargó de elevarlo a la fama hasta hacerlo un símbolo de la inoperancia del gobierno de Guanajuato para resolver el problema de la violencia criminal que se gestó y se consolidó durante su gestión.

La “nota” es que su salida ya tiene fecha de caducidad. El tema es que faltan 3 meses para que ello ocurra pues está fechada el primero de enero de 2025. Hasta entonces estará en el cargo y hasta entonces podrá iniciar formalmente el proceso de designación de su relevo. Serán casi 16 años en el cargo, ojalá, no se vuelva a repetir en el estado en un cargo relacionado con la seguridad.

Sobrevivir a 3 gobernadores y una gobernadora, no cualquiera. Y más cuando lo hizo con un poder creciente que lo convirtió en intocable y favorito durante el último sexenio.

Difícilmente puede ser alguien tan bueno en un cargo como para ser inamovible durante tanto tiempo. Mucho más cuando hablamos de asuntos tan delicados como la seguridad, un pie del que Guanajuato cojea hace tiempo.

Porque Carlos Zamarripa llegó en 2009 a la entonces Procuraduría de Justicia en la administración de Juan Manuel Oliva, tras la renuncia de Daniel Chowell que quería ser alcalde de Guanajuato capital. El ahora Fiscal no llegó empoderado como ahora a su cargo. Al contrario. Ni siquiera tenía la certeza de que iba a ser ratificado de procurador.

El destino, las circunstancias y la confianza de los titulares del Ejecutivo lo llevaron a la omnipotencia en poderes e influencia. Oliva le dio la confianza de ratificarlo como procurador de Justicia; Miguel Márquez no le vio sentido a relevarlo cuando Guanajuato no estaba en el top de los estados violentos en 2012 y Diego Sinhue concluyó que era un buen funcionario y que solo necesitaba que tuviera rienda. Bueno, esa fue la versión hacia el exterior.

Es injusto que sea el único villano favorito de la crisis de violencia que padece Guanajuato, pero su corresponsabilidad es irrefutable. Más allá de competencias, que Guanajuato haya sido la cuna de un cartel del crimen organizado no puede entenderse sin cierta dosis de incapacidad e incompetencia de las autoridades locales. Fue en sus narices.

Fue el preferido de las embestidas de López Obrador en sus mañaneras contra Guanajuato aunque la hipótesis era fantasiosa y hasta chafa: que el Yunque lo sostenía.

Libia García, ahora gobernadora sabía que si no había una definición clara y pronta sobre su salida, el tema se podría convertir en un lastre para su campaña. Era justo y necesario, aunque justo tras el anuncio de la candidata, el Fiscal dio una muestra adicional de su poderío al asegurar pensión de lujo y cargos a familiares cercanos. Le faltan 90 días. Aún, dará de qué hablar.