EN LA LUNA. Vaya resbalón del director del Instituto Municipal de Planeación (Implan) de León, Rafael Pérez quien se sintió vocero de SAPAL y anunció con bombo y platillo, como reza el lugar común, que ya se había terminado el tandeo del servicio de agua que implementa SAPAL desde hace meses en varias zonas de la ciudad
SU PECHO NO ES BODEGA. El funcionario cometió una infidencia al revelar el acuerdo de una reunión interna que el organismo operador de agua ha comprado más pozos y eso ha permitido un mejor servicio para los habitantes de los sectores que se han visto afectados por la escasez del líquido.
TAL CUAL. “¿Es decir que ya no hay un servicio terciado? De acuerdo a lo que le pregunté y le preguntamos, nos dijeron que ya no, que ya no hay tandeo, que seguramente hay problemas porque están llenando tuberías, tanques y eso va a estar variado, insistió mucho si hay problemas que nos digan, porque a lo mejor es técnico, pero él nos aseguró, que ya está dotándose de agua a esas colonias”, dijo textualmente el funcionario municipal.
EN CORTO. Más rápido que inmediatamente, el SAPAL aclaró que no había tal. El punto es que se habría acordado no hacer público lo del fin del tandeo para no provocar que los usuarios cayeran en una suerte de exceso de confianza y se diese el riesgo de un relajamiento en el consumo de agua.
PALO DADO. Hubo pues un jalón de orejas para el titular del Implan. Suena curioso que la autoridad decida guardarse anuncios por desconfiar de que los usuarios vayan a mantener la racionalidad en el consumo. Se le chispoteó a Rafael Pérez y así le fue.
LA DEL ESTRIBO…
Si ya habían cometido la omisión, era mejor dejarlo como estaba. Pero no. La consejería jurídica del Poder Ejecutivo mandó el mismo día que se aprobaba el dictamen en sentido negativo de una de las iniciativas que buscaba la despenalización del aborto, su opinión a la comisión de Gobernación.
En el proceso legislativo, la opinión del Poder Ejecutivo sirve para alimentar la discusión de una iniciativa. El silencio del consejero jurídico de la gobernadora Alejandro Sierra era ya un mensaje claro de que la gobernadora Libia García no quería agitar las aguas.
Mandar una opinión en tiempo de compensación y con el resultado perfilado solo transmite titubeos y vacilaciones. Pero qué necesidad.

MESAS DE SEGURIDAD: EL CONTROL AZUL DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA
En el sexenio del control político desde Palacio de Gobierno, hace 4 años el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo perfilaba el cumplimiento de uno de sus objetivos que ajustó conforme avanzó su gobierno: controlar desde el poder las mesas de seguridad en los municipios y quitar el papel de interlocución que llegaron a tener con el poder político sobre todo la que operó en León hace varios años.
Para el mandatario estatal, resultaban muy incómodas esas mesas tal como funcionaban en el primer trienio de Héctor López Santillana entre 2015 y 2018. Eran reuniones mensuales en los que literalmente, un grupo de ciudadanos, ponía en el altar de los sacrificios a los funcionarios responsables de la seguridad en el Municipio.
En enero de 2020, en Celaya, Rodríguez Vallejo había lanzado algunas indirectas, dirigidas al exasesor estrella del municipio de León, Bernardo León Olea que influyó mucho en el contrapeso en que se convirtieron esas mesas.
Expuso entonces que su gobierno entendió que los problemas de inseguridad no se resolvían con soluciones mágicas ni proyectos de personajes que venden espejitos.
No hubo otro personaje que haya sido tan cotizado y contratado en el estado como León Olea. En algún momento, cuando ya estaba contratado para León, el exalcalde de Irapuato Ricardo Ortiz, lo quiso reclutar para asesorar a su municipio.
La realidad es que Bernardo León se ganó la animadversión de Rodríguez Vallejo cuando rechazó una invitación para participar en su gobierno. Justo en los tiempos de gloria de la Mesa de Seguridad de León.
Cuando la empujaban el entonces líder empresarial, José Arturo Sánchez Castellanos junto a Rocío Naveja y Luis Alberto Ramos (qepd) que se convirtieron en un dolor de cabeza para el entonces alcalde Héctor López Santillana, pero también para el fiscal Carlos Zamarripa y para el secretario de Seguridad, Álvar Cabeza de Vaca.
Cuando Rodríguez Vallejo hablaba de “reordenar” la Mesa de León, se refería a quitarle el perfil beligerante y de contrapeso de la autoridad.
En sus tiempos de gran auge, la Mesa de Seguridad convocaba a funcionarios y se presentaban análisis y resultados que incomodaban a la autoridad. Una dinámica que jamás iba a aceptar el gobierno de Diego Sinhue Rodríguez que tenía como misión central desaparecer las voces críticas en organismos de participación “ciudadana”.

NUEVO COMIENZO: ENTRE LA SECRETARÍA DE MUJERES Y EL RECHAZO AL ABORTO
Toda una paradoja que el mismo día que se aprobó la Secretaría de las Mujeres, se consumara una operación legislativa poco aseada y atrabancada del PAN para sacar adelante todos los dictámenes de las iniciativas relacionadas con la interrupción legal del embarazo. Sin importar las formas. El PAN ya quiere deshacerse del tema.
Y fue así que en la comisión de Gobernación, se borró de un plumazo el proceso en el que los poderes y los organismos autónomos se manifiestan sobre la iniciativa en debate. Ayer, con el voto en contra de Morena y Movimiento Ciudadano PAN y Verde aprobaron el dictamen, en sentido negativo, de diversas iniciativas para despenalizar el aborto y garantizar el pleno ejercicio de los derechos humanos de las mujeres y personas gestantes.
Y que en la comisión de Justicia, 2 de los 3 diputados del PAN se hicieron que la virgen les hablaba unas horas para dilatar el trámite legislativo e impedir que el dictamen se subiera en la sesión del pleno de ayer.
O que en Salud Pública, el PAN echara su resto para acelerar la presentación de un dictamen en alianza con el partido Verde sin que Morena lo pudiera impedir. Morena y MC proponían que el Estado dotara los servicios a las ciudadanas que decidieran interrumpir su embarazo.
Tres lances que hablan de la urgencia que tenía el panismo para noquear el tema de una vez por todas y sacarlo de la agenda pública.
Es el mismo partido que pontificó la creación de una Secretaría de las Mujeres ayer en tribuna después de que hace 6 años bateó la propuesta del partido Verde. Los mismos funcionarios en mesas que hace 6 años decían una cosa, ahora argumentaban exactamente la contraria.
Es el feminismo al modo del PAN. Es el límite de la agenda “progre” que admite el blanquiazul. Porque ya en el Congreso local, en la pasada legislatura, el panismo decidió competir con la agenda en pro de los derechos de las mujeres que empujaban Movimiento Ciudadano y Morena.
La llegada de Libia Dennise García Muñoz Ledo al gobierno estatal suponía una mayor autenticidad en esa transformación de la agenda blanquiazul por la congruencia mostrada por la titular del ejecutivo en su trayectoria política en el tema.
Esa secretaría es un esfuerzo honesto de la gobernadora para poner a su partido en mayor sintonía con los derechos de las mujeres. Pero justo ayer que se aprobó la secretaría, su partido también define cuáles son los límites de la defensa de los derechos de las mujeres.
Mantiene el rechazo a la despenalización del aborto. Ni siquiera hay una rendija para renunciar a la criminalización de la mujer. No importa que no haya mujeres en Guanajuato, presas por abortar. Mucho menos se puede hablar de que el PAN acepte que el estado proporcione los servicios de interrupción del embarazo.
El PAN es congruente con sus principios. No hay sorpresas. Pero es un día más que el blanquiazul no dice qué quiere hacer frente a la realidad de las mujeres que abortan en el estado. Congruencia sobra. Pero prefiere voltear los ojos hacia otro lado.