Ciudad de México, México.– El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta una desaceleración significativa de la economía estadounidense para 2025, aunque aclara que esta no llegará al nivel de una recesión.

Así lo afirmó Pierre Olivier Gourinchas, economista en jefe del organismo, durante la presentación del más reciente informe de Expectativas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés).
“Estamos proyectando una desaceleración significativa en 2025, sin embargo, no es una recesión”, puntualizó Gourinchas en conferencia de prensa, destacando que la economía de Estados Unidos parte de una posición de fortaleza, con un crecimiento sólido y un mercado laboral aún robusto.
No obstante, el FMI detecta señales claras de debilitamiento en la actividad económica, visibles incluso antes del impacto de las recientes medidas arancelarias.
“Ya veíamos signos de desaceleración antes de que se comenzara a hablar de los aranceles”, explicó el economista.
Revisión a la baja del PIB

Como parte del informe, el FMI recortó su pronóstico de crecimiento para Estados Unidos en 2025 en 0.9 puntos porcentuales, colocándolo en 1.8%.
Para 2026, la proyección también se redujo en 0.4 puntos, quedando en 1.7%. Este ajuste responde no solo al endurecimiento comercial, sino también a una baja en el consumo y en los niveles de confianza de los consumidores.
“Todo eso se tomó en cuenta, pero no vemos una recesión en nuestra proyección de referencia”, aseguró Gourinchas. Aun así, advirtió que la probabilidad de que se materialice una recesión ha aumentado: del 25% estimado en octubre pasado a un 40% en la actualidad.
Impacto del marco arancelario

El nuevo entorno de aranceles, impulsado en gran parte por tensiones comerciales con diversas economías, ha comenzado a minar las perspectivas de crecimiento global.
En este sentido, Gourinchas indicó que el comercio internacional se verá afectado, aunque el impacto dependerá de cómo se definan los acuerdos finales y de las características de cada economía, especialmente en contextos bilaterales.
La advertencia del FMI llega en un contexto de creciente incertidumbre global, donde Estados Unidos —pese a su resiliencia económica reciente— no es inmune a los efectos de las políticas proteccionistas ni a la evolución de la confianza empresarial y del consumidor.