Ciudad de México, México.- En esta Semana Santa las personas buscan conectar más con su fe y la espiritualidad por lo que una opción para comprender a Cristo es ver ‘La Pasión de Cristo’ una cinta de Mel Gibson que se ha considerado muy polémica.
Esta semana es una de las celebraciones más importantes dentro de la religión que concluye con el Domingo de Resurrección.
¿En dónde ver ‘La Pasión de Cristo’ de Mel Gibson?

La cinta fue estrenada hace más de 20 años y se convirtió en un tema de conversación en todo el público debido a las escenas tan explícitas que se mostraban.
Sin embargo, uno de los aspectos más llamativos es que se grabó en el idioma original que es el hebreo.
La película está disponible a través del servicio de streaming Netflix.
¿De qué se trata ‘La Pasión de Cristo’?

La película fue estrenada en 2004 y cuenta los sucesos ocurridos en las últimas 12 horas de la vida de Jesús de Nazaret.
Estos son algunos de los momentos clave de la película:
El huerto de Getsemaní
La acción comienza en el huerto de Getsemaní, en donde un Jesús agitado ora bajo la luna llena. Sus discípulos Pedro, Juan y Santiago se encuentran descansando. En ese momento, Satanás aparece e intenta convencer a Jesús de abandonar su misión.
En seguida, una serpiente se desliza por debajo de las ropas de Satanás y se aproxima hacia Jesús, quien aplasta su cabeza.
Mientras tanto, Judas Iscariote se encuentra con los sacerdotes del templo de Jerusalén, quienes le entregan 30 piezas de plata a cambio de traicionar a Jesús.
Judas lleva a los guardias del templo hasta el jardín de Getsemaní, en donde encuentra a Jesús y le besa en la mejilla. Los guardias apresan a Jesús y lo golpean mientras lo trasladan al templo.
Jesús es juzgado por el Sanedrín
Una vez en el templo, los sumos sacerdotes, liderados por Caifás, acusan a Jesús de blasfemia por autoproclamarse el hijo de Dios. Uno de los sacerdotes cuestiona la legalidad del juicio, pero es echado del lugar.
Caifás pregunta a Jesús si él es el Mesías, a lo que Jesús responde: “lo soy, y verás sentado al hijo del Hombre a la mano derecha de Dios”. Los sacerdotes acusan a Jesús de blasfemia y los presentes le golpean y escupen.
Poco después, Judas se arrepiente de traicionar a Jesús, pide a Caifás que lo liberen e intenta regresar las piezas de plata, pero sin éxito.
Más adelante, unos niños, demonios de Satanás, se aproximan a él y lo atormentan. Judas intenta huir de ellos hasta llegar al pie de un árbol, cerca del cual yacen los restos de un camello. Enseguida, decide tomar una cuerda y se ahorca.
Jesús se encuentra con Poncio Pilatos y el rey Herodes
Los guardias del templo llevan a un Jesús vapuleado ante el gobernador de Judea, Poncio Pilatos, para que este lo condene.
Al ver a Jesús, Pilatos cuestiona a los sacerdotes el estado en el que se encuentra. Caifás y los otros sacerdotes acusan a Jesús de ser el líder de una secta peligrosa y de prohibir a sus seguidores el pago de tributos al emperador.
Pilatos se reúne a solas con Jesús y le pregunta si él es el rey de los judíos. Jesús contesta que su reino no está en este mundo y que quienes quieran saber la verdad, lo escucharán.
Ya que Jesús es de Galilea, Pilatos decide enviarlo con el rey Herodes, quien tiene esta región bajo su mando. Ya en el palacio de Herodes, el rey interroga a Jesús, pero este último guarda silencio.
Pilatos se encuentra con su esposa, Claudia Prócula, y le expresa sus temores sobre la situación. Más adelante, el procurador romano dice a los sacerdotes que ni él ni Herodes han encontrado a Jesús culpable de ningún crimen.
La flagelación de Jesús
En un patio de torturas, los soldados romanos ríen mientras dan latigazos a Jesús con gatos de nueve colas. Satanás observa el castigo, mientras carga a un pequeño demonio como si se tratara de un bebé.
La flagelación de Jesús se extiende por algún tiempo. Al ver a un Jesús severamente herido, un soldado les pide a los otros que se detengan, ya que no tienen como objetivo matarlo.
María recibe de Claudia Prócula unos paños y comienza a limpiar la sangre del piso sobre el cual Jesús fue castigado con la ayuda de María Magdalena.
Jesús carga la cruz hasta el Calvario

Los soldados entregan la cruz a Jesús, quien debe cargarla desde la ciudad hasta el Calvario.
Jesús continúa recibiendo latigazos, mientras se muestra un flashback de su llegada a Jerusalén, cinco días atrás, cuando el pueblo le daba la bienvenida.
Más adelante, Jesús cae debido al castigo recibido y el peso de la cruz y María se aproxima y le consuela. Poco después, Jesús cae nuevamente, por lo que los soldados le piden a un hombre, Simón de Cirene, que le ayude a cargar la cruz.
La muchedumbre y los soldados se burlan de Jesús, quien cae de nuevo, y una mujer se aproxima a él y le limpia el rostro con un paño.
Antes de llegar al Calvario, Jesús comienza a desfallecer. Simón evita que caiga nuevamente y le dice que están cerca y que ya todo está por terminar.
Crucifixión y muerte de Jesús
Al arribar al Calvario, los soldados clavan a Jesús en la cruz y lo crucifican frente a María, María Magdalena, Juan, Caifás y el resto de la multitud que seguía su travesía.
Gestas, un criminal crucificado junto a Jesús, le grita que se salve y demuestre que él es quien dice ser. Sin embargo, otro condenado, Dimas, afirma que ambos merecen ese castigo, y que Jesús es inocente.
Luego Dimas pide a Jesús que le recuerde cuando llegue a su reino, a lo que Jesús responde: “yo te digo, este mismo día estarás conmigo en el paraíso”.
Después, un Jesús moribundo mira al cielo y pregunta a Dios por qué le ha abandonado. Finalmente, Jesús dice: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.
Jesús exhala su último aliento y una gota cae del cielo, mientras un terremoto se manifiesta. Algunos soldados se aseguran de que los crucificados mueran, mientras que otros huyen.
Sepulcro y resurrección de Jesús
Los soldados bajan el cuerpo de Jesús de la cruz y le retiran la corona de espinas.
María lo toma en sus brazos y besa su rostro. Juan y María Magdalena le acompañan y todos se mantienen en silencio.
Tiempo después, la salida del sepulcro en el que se encuentra el cuerpo de Jesús se abre. La luz entra y e ilumina al manto que cubría a Jesús sobre un pedestal.
Finalmente, se observa a un Jesús desnudo, con las marcas de los clavos en sus manos, dirigiéndose a la salida del sepulcro.
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