Ciudad de México, México.- El empresario Elon Musk expresó su decepción ante el proyecto de ley de política interna aprobado la semana pasada por la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, y fuertemente respaldado por el expresidente Donald Trump.

Durante una entrevista exclusiva transmitida por el programa “CBS Sunday Morning”, Musk —quien recientemente dejó su puesto al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés)— criticó duramente la magnitud del gasto que contempla la legislación.
“Me decepcionó ver este proyecto de gasto masivo que, francamente, aumenta el déficit presupuestario en lugar de reducirlo, y socava el trabajo que hemos estado realizando con el equipo de DOGE,” declaró Musk.

Sus comentarios lo colocan en aparente desacuerdo con Trump, quien ha promovido activamente la iniciativa legislativa, conocida formalmente como la “Ley de Un Solo y Hermoso Proyecto” (One Big Beautiful Bill Act, en inglés), una referencia al apelativo con el que el exmandatario ha descrito la medida.
La propuesta —que aún debe ser aprobada por el Senado— incluye una extensión de los recortes fiscales de 2017 impulsados por Trump, un aumento en el gasto para seguridad fronteriza, requisitos laborales para beneficiarios de Medicaid, y una reversión de los créditos fiscales para energías limpias.
¿Por qué Musk arremetió contra Trump?

Según estimaciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés), las disposiciones fiscales de la ley incrementarían el déficit federal en 3.8 billones de dólares para el año 2034.
“Creo que un proyecto puede ser grande o puede ser hermoso, pero no sé si puede ser ambas cosas al mismo tiempo. Es solo mi opinión personal,” añadió Musk en la entrevista.
El empresario tecnológico, que también dirige Tesla, SpaceX y la red social X, tuvo un rol protagónico durante los primeros meses del gobierno de Trump, con su equipo de DOGE implementando recortes en numerosas agencias federales. Estas acciones generaron críticas tanto de demócratas como de algunos aliados del expresidente, además de enfrentar múltiples desafíos legales.
Musk ha indicado que está cerrando su participación directa en la gestión pública, una decisión que marca el fin de su inusual pero influyente incursión en la política federal.