Irapuato, Gto.– La Diócesis de Irapuato tomará sus precauciones para la realización de las homilías y demás actividades tras la masacre de ocho jóvenes registrada en la comunidad San José de Mendoza, municipio de Salamanca. Con un grito de “¡Ya basta!”, el próximo sábado se llevará a cabo una marcha en esta comunidad.
La semana pasada se registró una masacre en San José de Mendoza, donde ocho jóvenes sufrieron un ataque armado y fallecieron. Este domingo, a propuesta de la Dimensión de Jóvenes Católicos, en las homilías celebradas en la catedral, templos y parroquias de la Diócesis de Irapuato, se pidió por su eterno descanso, la resignación y fortaleza de sus familias, con fotografías de los jóvenes y velas encendidas.
Como parte de las medidas, la Diócesis realizará las modificaciones necesarias en los horarios de sus actividades para proteger a sacerdotes y fieles. La semana pasada, la gobernadora Libia García Muñoz insistió en que no se deben cambiar las rutinas de la población civil ante el clima de violencia.
“Indudablemente que se tendrá que tener cuidado en nuestros horarios y en nuestras celebraciones… Hemos insistido en que cada comunidad vea qué es lo mejor para ella. Hay algunas que, aunque nosotros digamos ‘vamos a hacerlo a tales horas’, si los papás dicen ‘tengo miedo por mis jóvenes’, por más que nos digan que no hay peligro, nosotros tenemos la precaución de considerar la sensibilidad de cada comunidad. Trataremos de mantener nuestros horarios, pero también con precaución frente a estas situaciones tan delicadas que hemos estado viviendo”, dijo el obispo Enrique Díaz Díaz.
El próximo sábado, en la comunidad San José de Mendoza, se llevará a cabo una manifestación que concluirá con una hora santa en el templo. El objetivo será exigir el fin de la violencia, pues las familias están preocupadas por su seguridad.
“Vamos a estar pidiendo por las familias, por los jóvenes y por las jóvenes de todo nuestro México. Nos preocupan, sí, mucho estos que han sido asesinados, pero también nos preocupan muchos que son cooptados, que son desaparecidos, que están en grave peligro.
“Están preocupadas estas comunidades, porque no solo ha sido ahí, ha sido en muchos lados. Tenemos casos en Pénjamo, en Abasolo, en Salamanca, en todos lados está la presencia de estas muertes violentas. Lo de San José de Mendoza fue de un modo especial contra este grupo de jóvenes, pero esta semana y la anterior, la violencia ha estado presente en todo nuestro estado. Y no solo aquí; la semana pasada en Michoacán y en tantos otros lugares también ha habido violencia”.
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