EL DATO. El informe de la Procuraduría Estatal de los Derechos Humanos arroja un incremento en las quejas contra autoridades y las que son contra policías municipales, no son la excepción. Sobre todo en los municipios del corredor industrial.
DISPARO. Las quejas en contra de la policía de León crecieron de 112 registradas en 2021 a 144 en 2022 lo que representa un incremento del 28.57%, el mayor porcentaje en los últimos 4 años.
CASI LA MITAD. Las 144 quejas en contra de la policía leonesa representan además el 45% del total registrado por la Prodheg en su informe anual 2022 en la que se acumularon 320 expedientes contra corporaciones municipales de seguridad.
CORREDOR INDUSTRIAL. En segundo lugar aparece la Policía de Celaya que registró 37, 23 más que las 14 del año anterior; la policía de Irapuato duplicó de un año a otro las quejas en su contra al pasar de 13 a 27; mientras que la de la capital del estado, pasaron de 16 a 21 y las de San Miguel de Allende, de 12 a 17.
GLOBAL. La Prodheg registró también un incremento importante de las quejas en contra de autoridades municipales en su conjunto al pasar de 269 a 475 lo que representa un incremento de 76.57% con respecto a 2021.
COMPARATIVO. Si se toma en cuenta la totalidad de las quejas en contra de autoridades municipales, León registra 200 de las 475 de todo el estado; es decir 57.89%. En 2021, se habían registrado 125 quejas en Prodheg en contra de autoridades municipales leonesas lo que representó el 53.53% de las 269 en total por lo que el porcentaje de quejas que representa León también se incrementó.
MÁS DATOS. Celaya pasó de 22 a 50; Irapuato de 17 a 40; Guanajuato capital de 27 a 30; San Miguel de Allende, de 13 a 20 y Silao, de 5 a 16. En el caso de las que se dieron contra la policía de León tras una baja experimentada de 68 quejas a 57 de 2019 a 2020; al siguiente año, se duplicaron a 112 y en 2022 crecieron a 144.
EN CONCRETO. El informe presentado por Vicente Esqueda hace unos días ante el Congreso del Estado señala que los principales hechos violatorios de derechos humanos registrados en las mil 709 quejas recibidas el año anterior, destacan el ejercicio indebido de la función pública, la violación del derecho de la seguridad pública, violación al principio de la legalidad en el ejercicio de la función pública, la prestación indebida del servicio público y la violación al derecho a la integridad y seguridad personales.
LA DEL ESTRIBO…
Una de las contribuciones que hará la incipiente rebelión de la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos en la batalla por la candidatura a la gubernatura es la de documentar a los disidentes o maltratados por el oficialismo panista.
Este domingo, la alcaldesa posteó una foto de sus recorridos por el estado en la que aparece el diputado local, Rolando Alcántar, relegado por el grupo dieguista luego de que fue uno de los estelares hace 6 años cuando el ahora gobernador construía su delfinato.
¿Cuántos huérfanos más del dieguismo destapará la rebelión de Alejandra?
BRONX AZUL Y OPOSITOR: DATOS PARA DOCUMENTAR LA ACTUALIDAD
Imagine usted que hace exactamente 14 años se registraban con un solo día de diferencia como candidatos a la alcaldía de León Bárbara Botello, Ricardo Sheffield y Eugenio Martínez Vega.
Hoy, los 3 ya no militan en los partidos que los postularon. Sheffield se fue del PAN en 2018 y pasó a Morena. Hoy es procurador federal del Consumidor, mientras que Martínez Vega no solo se despidió del Verde sino que se acercó al propio Sheffield.
Por su parte, Bárbara Botello, vuelve al activismo exacerbado con sus incursiones en tribunales y la Contraloría. Son 3 antipanistas cuyas relaciones entre ellos mismos han sido tormentosas.
Y hace 13 años, el entonces senador Ricardo Torres lamentaba el “voto ciego” que a su juicio había dominado la jornada de elección de los consejeros estatales azules que precedió al ungimiento de Gerardo Trujillo Flores como dirigente del panismo guanajuatense.
Torres Origel estaba en el Bronx y era el más crítico del status quo panista, pues impulsaba a la corriente que se oponía al grupo en el poder encabezado por Juan Manuel Oliva y Fernando Torres Graciano, gobernador y jefe estatal respectivamente.
8 años después, Oliva y Torres Graciano serían quienes encabezaban el bronx junto a Ricardo Sheffield para tratar de disputar la hegemonía a Miguel Márquez y el actual gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo. Cuando eran gobernador y alcalde, Oliva y Sheffield tuvieron una relación tensa.
Hoy, parece no haber bronx en el PAN aunque ganas no le faltan a Alejandra Gutiérrez de encabezarla. Hace 14 años era parte del elenco de Sheffield como estratega en finanzas y luego en el gobierno, llegó a ocupar la Tesorería Municipal.
Ricardo Sheffield quien hace 5 años se fue a Morena, ahora quiere ser candidato a gobernador, misma aspiración que tiene su exaliada aunque como él, Gutiérrez Campos la tiene cuesta arriba.
Eugenio Martínez es ahora su aliado luego de que hace 14 años eran rivales mientras que Bárbara Botello también milita en las filas del antipanismo y asegura que no le disgustaría estar en alguna boleta.
OTRA MASACRE: LAS NUEVAS HORAS BAJAS
Esta semana, el gobierno federal presentará el acostumbrado informe mensual en materia de seguridad que dejará clara la situación de Guanajuato en el espectro nacional.
Sobre todo, después de que en la reciente glosa del informe de gobierno a finales de marzo en el Congreso local, el secretario de Seguridad, Álvar Cabeza de Vaca dijera sin sustentar su dicho o contradecir con cifras precisas los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que en Guanajuato, la cifra de homicidios dolosos va a la baja.
Los datos disponibles, como decíamos entonces, señalan que particularmente en marzo, la violencia repuntó en nuestra entidad y a la mitad de abril, el entorno no parece muy halagüeño, mucho menos después de la nueva masacre ocurrida en el municipio de Cortazar el sábado pasado.
Es sintomático que el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo ya no insista como lo hacía en los 2 primeros meses de este año, de un 2022 con homicidios a la baja con respecto a 2021 y 2020.
El arranque de este 2023 ha sido muy complejo. Varias masacres han encendido nuevamente las luces de alerta y sobre todo, reactivado la disputa entre cárteles de la droga, algo que fue confirmado en una entrevista que dio ayer en Aguascalientes.
Particularmente la zona Laja-Bajío ha sido escenario de un recrudecimiento de la violencia. Hace un mes, se registró una masacre en un bar en Apaseo el Grande que ya había sido escenario de otra en noviembre del año anterior.
Irapuato, Celaya y Tarimoro fueron sede de sendas masacres entre agosto y noviembre de 2022. Hablamos de la zona de influencia de ese cártel. Ayer, el gobernador Diego Sinhue reconoció que esta masacre forma parte de los ajustes de cuentas entre cárteles y admitió de manera expresa que el de Santa Rosa de Lima forma parte de esa disputa.
Con estos hechos queda demostrado que la detención y encarcelamiento de un líder no debilitó a un grupo criminal. Cuántas veces, la cada vez menos declarante, Sophia Huett dijo en meses pasados que los ataques perpetrados por este grupo eran una manifestación de su debilitamiento paulatino.
Y no hay tal porque, de acuerdo a análisis de expertos, la violencia en esa zona del estado tiene que ver justo con la resistencia de ese grupo al ingreso del otro del vecino estado de Jalisco.
En suma, ni debilitamiento ni aniquilamiento pueden presumir las autoridades en torno a la violencia en esa zona de la entidad. La narrativa oficial de cierto optimismo tras la baja de asesinatos en 2022 hoy tiene que experimentar un vuelco. La realidad los noquea.
Los esfuerzos y la coordinación apenas alcanzan para contener la violencia. La pacificación está muy lejos.
MJSP