Ciudad de México, México.- El 14 de mayo de 2025, el Sol volvió a dejar claro que sigue siendo una fuerza con la capacidad de impactar la vida en la Tierra. El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA registró una llamarada solar de clase X2.7, la más intensa en lo que va del año.

El fenómeno ya tuvo consecuencias inmediatas: interrupciones temporales en las comunicaciones por radio en partes del Medio Oriente, y se teme que los efectos puedan extenderse a otros sistemas tecnológicos esenciales.

Una llamarada solar clase X2.7 detectada por la NASA el 14 de mayo podría afectar comunicaciones, GPS y redes eléctricas en distintas partes del mundo (Foto: Twitter)

Este tipo de erupciones solares, clasificadas como de clase X —la más poderosa en la escala utilizada para medir estos eventos—, tienen el potencial de generar tormentas geomagnéticas que afectan la magnetosfera terrestre. De acuerdo con la NASA, los efectos pueden incluir desde fallas en el GPS y comunicaciones satelitales hasta cortes de electricidad y riesgos para tripulaciones espaciales.

La tormenta solar ‘Ala de Pájaro’: ¿cuándo podrían ser los apagones?

La llamarada captó la atención mundial no solo por su intensidad, sino por su forma inusual: una eyección de masa coronal (CME) con estructura simétrica que recordaba a unas alas extendidas, lo que le valió el nombre popular de tormenta solar “Ala de Pájaro”.

Tamitha Skov, reconocida física espacial, explicó que se trata de una eyección “tan amplia que incluso en un impacto rasante está dejando una estela fuerte sobre la Tierra”. Según la experta, es posible que el fenómeno cause tormentas geomagnéticas de nivel G2, lo que podría generar condiciones inestables durante varios días.

Según la información proporcionada, los efectos de la erupción solar del 14 de mayo de 2025 podrían sentirse durante varios días después del evento, especialmente entre el 17 y el 22 de mayo de 2025.

Una llamarada solar clase X2.7 detectada por la NASA el 14 de mayo podría afectar comunicaciones, GPS y redes eléctricas en distintas partes del mundo (Foto: Twitter)

La eyección superó los 967 mil kilómetros de extensión, más de 75 veces el diámetro del planeta, y representa una de las muestras más visibles del máximo solar, una fase del ciclo solar de 11 años caracterizada por una mayor actividad en la superficie del Sol.

Impactos potenciales: de las auroras a los apagones

Las eyecciones de masa coronal como la del 14 de mayo son expulsiones masivas de plasma y campos magnéticos que, al chocar con la magnetosfera terrestre, pueden provocar perturbaciones significativas.

Entre los efectos esperados están:

  • Errores y pérdida temporal de precisión en sistemas GPS
  • Fallas en la comunicación por radio de onda corta, clave en aviación y navegación marítima
  • Apagones eléctricos por sobrecarga de transformadores
  • Auroras boreales en latitudes inusuales, como el sur de Sudamérica o el centro de Europa
  • Además, satélites en órbita baja podrían sufrir alteraciones en sus instrumentos o pérdida de funcionalidad temporal debido al aumento de radiación.

El portal especializado Halo CM indicó que, desde el 17 de mayo, la Tierra ha establecido una conexión estable con un gran agujero coronal de polaridad positiva ubicado en el hemisferio sur del Sol, lo que podría amplificar los efectos de tormentas sucesivas.

Este evento se produce en un contexto de alta actividad solar. En la cara opuesta del Sol se han identificado cinco regiones activas, una de las cuales está girando hacia la Tierra, lo que incrementa la posibilidad de nuevas erupciones en los próximos días.

La vigilancia solar se ha intensificado globalmente. En América Latina, el Instituto Geofísico del Perú monitorea el fenómeno desde su radar de Jicamarca. En Europa y Asia, varios países han activado protocolos de contingencia para proteger redes eléctricas y satélites.

Una llamarada solar clase X2.7 detectada por la NASA el 14 de mayo podría afectar comunicaciones, GPS y redes eléctricas en distintas partes del mundo (Foto: Twitter)

Los expertos recuerdan que fenómenos de este tipo han tenido consecuencias históricas. El evento Carrington de 1859 provocó fallos masivos en los sistemas telegráficos, mientras que en 1989 una tormenta solar dejó sin electricidad a seis millones de personas en Quebec, Canadá.

Recomendaciones ante un posible impacto

Aunque muchas de las consecuencias pueden pasar inadvertidas para el ciudadano promedio, especialistas en clima espacial han compartido recomendaciones básicas para mitigar riesgos durante tormentas geomagnéticas:

  • Evitar depender exclusivamente de sistemas GPS en actividades críticas
  • Usar protectores de voltaje para dispositivos electrónicos
  • Seguir reportes oficiales de agencias como la NASA o la NOAA
  • Reducir el uso de tecnología satelital durante horas de mayor inestabilidad