Irapuato, Guanajuato.- Ten cuidado cuando pases por la Plaza de los Fundadores; podrías encontrarte con el fantasma que ronda por ese lugar mítico en el que tantas historias se escribieron y que hoy solo queda una plancha de concreto.
¿Quién es el fantasma de la Plaza de los Fundadores en Irapuato?
Algunos narran que el fantasma de la Plaza de los Fundadores es un jefe policíaco que por muchos años trabajó en la antigua cárcel de Irapuato, ubicada justo en el Centro Histórico de la ciudad. Pero cuando esta fue demolida, una parte de él se fue entre esas ruinas.
Así lo cuenta Jorge Iván Otero Salcedo, el ‘Curro Gallardo’, en su libro Cuentos y Leyendas de Irapuato, donde narra que un día, en una noche lluviosa, los rayos y centellas iluminaban el cielo de la ciudad, junto con los faroles tenues de la plaza.
Otros aseguran haber visto a un hombre vestido de la época salir de los arcos. Foto: Especial
“¡Serían las once de la noche! Cuando, al cruzar por una de las aceras de este sitio, enfundado en mi impermeable, me llamó la atención ver recostado en un poste a un individuo alto, con sombrero texano y un cigarrillo en la boca, a quien no le inmutaba la pertinaz llovizna”, describió.
Él siguió su camino y al llegar a la esquina con Revolución, escuchó un alarido que lo inundó de pavor:
“¿Dónde estás, Sebastián? ¡Voy a matarte!… ¡Claramente escuché!…”
Al volverse para ver de qué se trataba, solo escuchó una sonora carcajada que se perdió en el monumento de piedra que se encuentra en el lugar.
Tras investigar el extraño hecho, encontró que no era el único que había escuchado esos lamentos, sino que varios vecinos habían sido testigos de esos gritos que provenían de un hombre vestido de blanco, delgado, con botín de charro y pistola al cinto que, dando enormes zancadas, cruzaba la Plaza de los Fundadores, gritando: “¡Dónde estás, Sebastián?… ¡Voy a matarte!… ¡Sebastián!…”
Otras historias cuentan que el alma que pena en la Plaza de los Fundadores es de algunos presos. Foto: Nayeli García
Cuentan que se trata de un jefe policíaco que por muchos años trabajó en la cárcel, quien era muy conocido y todos se le cuadraban al paso. Pero al ser demolida la Plaza en los años 80, murió de la tristeza que le dio ver caer bajo la picota lo que fue su segundo hogar. Por lo que su espíritu pena y busca al alcalde que la destruyó (Sebastián Martínez Castro, 1983-1985) para que lo acompañe en su penar sin fin.
Sin embargo, otras historias cuentan que el alma que pena en la Plaza de los Fundadores es de algunos presos que no pueden descansar en paz, uno de ellos el famoso ‘Ojo de Vidrio’, quien habría muerto en la cárcel en los años 70, hecho que nunca fue comprobado.
Cuentan que se trata de un jefe policíaco que por muchos años trabajó en la cárcel. Foto: Nayeli García
Otros aseguran haber visto a un hombre vestido de la época salir de los arcos de la fuente de la Plaza de los Fundadores en la ciudad y perderse entre los arcos del Hospitalito en plena madrugada.
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