San Miguel de Allende, Gto.- La asociación civil CASA ha instalado un total de 17 bibliotecas callejeras en comunidades rurales y colonias vulnerables, en las que madres de familia son capacitadas para fungir como bibliotecarias y acercar a los menores de su localidad libros y actividades de fomento a la lectura.
Para este año, CASA tiene como objetivo duplicar la cifra y extender así la labor que, han comprobado, es de gran beneficio para los menores, pues desde la guardería y preescolar de la institución fomentan el gusto por los libros.
Durante el segundo encuentro de bibliotecarias comunitarias de CASA, Nadine Goodman, directora de asociación, resaltó la importancia de inculcar el gusto por la lectura desde la guardería y preescolar, pues hay menores que no tienen acceso a los libros hasta que ingresan a la escuela y en ese momento los relacionan con una obligación.
Es por eso que en las estancias infantiles de la asociación destinan tiempo y espacio para que los niños, desde bebés hasta los 6 años de edad, conozcan los libros e incluso puedan llevárselos a casa para que los vean con gusto, situación que considera debería ser una política pública en todas las estancias infantiles y escuelas, pues “el tener niños que leen nos lleva a tener buenos ciudadanos”, dijo.
A través del programa de bibliotecas comunitarias, personal de CASA brinda capacitación a madres voluntarias y les entrega un paquete de libros, estantes y hojas de registro para que ellas operen el espacio en donde además realizarán actividades para los menores.
Las bibliotecas callejeras pueden operar en cualquier espacio, como el caso de la comunidad de Atotonilco en donde Vianey Soria, cada miércoles, saca una mesa fuera de su casa y pone a disposición de los niños los más de 120 libros que tienen.
“Tengo usuarios de 4 hasta 11 años de edad, ven los libros y cada semana quieren uno nuevo. Atiendo cerca de 40 usuarios y en los últimos dos meses he prestado 111 libros. El espacio sirve para percibir el estado de ánimo de los niños, para que se abran y hasta para que se alejen de otro tipo de actividades”, compartió Vianey.
Además de las bibliotecas callejeras, CASA cuenta con una biblioteca móvil, un vehículo adaptado que visita comunidades lejanas con libros para toda la población con la finalidad de que cada vez haya más interesados en instalar una biblioteca comunitaria.
Durante el encuentro de bibliotecarias comunitarias, al cual acudieron cerca de 70 madres de familia, las voluntarias recibieron diversas capacitaciones y charlar con el objetivo de brindarles herramientas para promover la lectura entre la gente de su localidad.
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