Salamanca, Gto.- Entre módulos abandonados, los aseadores de calzado en Salamanca luchan por sobrevivir ante la cada vez más disminuida afluencia de clientes.

Actualmente, sólo cuatro trabajan a diario cuando hace unos años eran 48. El aumento en el uso de tenis ha alejado a los clientes por lo que el oficio peligra, situación que preocupa a los boleadores del municipio.

Boleadores de Salamanca en riesgo de desaparecer

Los días pasan y la esperanza de que se reactiven el total de los módulos para el aseo de calzado en el jardín principal se va quedando más lejos. Al contrario, son contados los trabajadores que continúan en esta actividad en una situación difícil.

“La situación ha estado mal por eso muchos compañeros mejor tiraron el arpa, buscaron otro trabajo en otro lugar, en las compañías de Pemex o fuera de Salamanca, porque esto ya no da para mantener una familia”, señaló Martín Zúñiga Alfaro, quien tiene 50 años dedicándose a este oficio.

Martín Zuñiga es uno de los 6 boleadores que continúan luchando por subsistir de este oficio. | Yadira Cárdenas

Recordó que, cuando inició en esta actividad eran 48 los trabajadores que laboraban en el jardín principal. Posteriormente la cifra disminuyó a 28 y actualmente solo cuatro laboran a diario y otros dos de manera periódica.

La clientela también ha ido disminuyendo siendo los días más fuertes los fines de semana, “Hay días que solamente tenemos tres clientes, otros que un poco más, pero no como antes que hasta los clientes tenían que esperar su turno”.

Esta baja de actividad se la atribuyen principalmente al incremento en el uso de tenis entre jóvenes y los clientes que permanecen son personas adultas, “Eso es lo que pensamos, porque ya nuestros clientes son personas adultas”, comentó.

Otra situación a la que se enfrentan es el alza en los insumos que traen desde la ciudad de León. A pesar del aumento han mantenido el costo de la boleada en 50 pesos desde hace varios años, ante el temor de que si sube menos clientes lleguen.

Mientras tanto, el resto de los módulos metálicos de aseo de calzado continúan en el abandono, entre polvo y basura, a pesar de los anuncios que han colocado para que no sean utilizados como basurero, esto ante los tiempos de antaño en que los también llamados “boleros” eran parte de la imagen del jardín principal.

El cambio de calzado entre los jóvenes y el alza de suministros para su trabajo continúan poniendo en peligro el trabajo de los boleros que aún hay en el municipio | Yadira Cárdenas

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