Celaya, Gto.- Araceli González Melchor, conocida por sus compañeros como “Chely”, fue durante cuatro años la encargada de la Policía de Género y amaba su trabajo, hasta este jueves, cuando fue asesinada. Ingresó hace 19 años a la Policía Municipal luego de divorciarse. Al ver que debía sacar adelante a sus hijos, se inscribió en el Instituto de Formación Policial (Infopol) y, al graduarse, comenzó su carrera policial como oficial “pie tierra”.

Hace un año, en el marco de la conmemoración del Día de la Mujer, la comandante Chely platicó con Periódico Correo que nunca pensó en dejar su profesión a pesar del riesgo. Optimista, aseguró que no tenía miedo de ejercerla. Sonriente, contó que seguiría laborando hasta que Dios se lo permitiera.

“A mí me encanta mi trabajo. La satisfacción de seguir ayudando a la ciudadanía es lo que me impulsa día con día a levantarme y seguir adelante. Hasta que Dios diga ‘hasta aquí’, voy a estar aquí, hasta que Él me lo permita, porque me gusta y realmente me conforta. ¿Por qué? Porque ayudo a la ciudadanía”, dijo Araceli.

 
Hace un año, en el marco de la conmemoración del Día de la Mujer, la comandante Chely platicó con Periódico Correo que nunca pensó en dejar su profesión. Foto: Correo

Araceli, de 49 años, de los cuales 19 fue policía municipal, fue asesinada la mañana de este jueves en la calle Ejido de Santa Teresa, esquina con Ejido de Santa Rita, en la colonia Monteblanco. Viajaba en una motocicleta acompañada de su hijo, quien resultó con heridas de gravedad.

Durante sus 19 años de servicio pasó por varias áreas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Un tiempo estuvo en Prevención Social y, hace cuatro años, al crearse la Policía de Género, fue una de las elegidas para integrarla. Medio año después, la nombraron coordinadora.

Buena parte de su vida fue ama de casa. Sin embargo, tras su divorcio y como madre soltera, ingresó a la academia de policía como una opción de empleo. Al servir a la ciudadanía, se enamoró de su trabajo, según sus propias palabras.

En la entrevista que concedió a Correo, Araceli contó que una de las mayores satisfacciones de su labor era atender a mujeres y menores de edad víctimas de violencia intrafamiliar o de género. Su trabajo no solo consistía en rescatarlas, sino también en canalizarlas para recibir atención psicológica, jurídica o cualquier otro apoyo necesario.

Con orgullo, relataba que ayudar a familias violentadas y a mujeres agredidas la hacía sentirse útil. También le motivaba el incremento de denuncias por violencia de género, pues consideraba que era una señal de que más mujeres se atrevían a levantar la voz.

Chely decía que ser policía la hacía “ir siempre con la frente en alto”, sentirse valiosa y fuerte. Aunque le dolía no poder pasar más tiempo en casa, se sentía orgullosa de haber superado momentos difíciles y de haber sacado adelante a sus dos hijos universitarios y a sus tres nietas.

Este jueves, tras su asesinato, sus compañeros de trabajo y funcionarios que tenían trato constante con ella no podían creerlo. Todos coincidieron en que era una excelente servidora pública, comprometida con la protección de mujeres violentadas y de niños y niñas víctimas de violencia intrafamiliar.

 
Chely decía que ser policía la hacía “ir siempre con la frente en alto”. Foto: Correo

Chely, además de ser la jefa de la Policía de Género, formaba parte de la Célula Municipal de Búsqueda y apoyaba en la atención a colectivos de búsqueda y proyectos de atención a víctimas.

El gobierno municipal condenó enérgicamente el crimen y definió a Araceli González Melchor como “una mujer intachable, capacitada y con un amplio repertorio de cualidades, que servía principalmente a las mujeres”.

 

Últimas noticias de policías en Guanajuato

Olas de ataques contra Policía en Celaya son cada vez más intensas y letales

Guanajuato el estado más mortal para ser policía

Fiscal reconoce vínculo con entre crímen organizado y algunos de los policías asesinados en Guanajuato