San Miguel de Allende. Gto.- La música y la alegría de los cuadros de locos llenarán las calles de San Miguel de Allende para pedir por un buen temporal y celebrar a su santo patrono San Pascual Bailón. Esta fiesta es el origen del tradicional Convite de Locos con el que se celebra a San Antonio de Padua en el mes de junio.

Marcando el inicio de los coloridos festejos en los que miles de sanmiguelenses se apoderan de las calles para bailar y lanzar dulces a los presentes, este fin de semana las cuatro agrupaciones honrarán a San Pascual Bailón en distintos puntos de la ciudad, tal como lo marca la tradición.
La festividad da inicio el sábado con el recorrido realizado por el Cuadro del Tecolote, grupo que conserva la imagen más antigua de San Pascual Bailón, para continuar el domingo con la participación de los tres cuadros restantes en tres recorridos distintos que se unen en el centro de la ciudad.

Alrededor de las 10:30 de la mañana, las agrupaciones salen de la calle Ancha de San Antonio, Barrio de San Juan de Dios y El Portón, para reunirse en la calle de Insurgentes y recorrer juntos las principales calles del centro histórico al ritmo de la música en honor a su Santo Patrono al que agradecen y piden por un buen temporal.
Tras la reunión, los cuadros parten bailando a distintos templos: el Cuadro Antiguo a San Juan de Dios, el Cuadro Nuevo al Oratorio de San Felipe Neri y el Cuadro del Parque en el templo de San Francisco.

La tradición de la fiesta de los locos
La devoción a San Pascual Bailón surge hace muchos por años, cuando las personas que trabajaban en la huertas de la ciudad buscaron quienes los representará, es así que el patrono de las eucaristías ocupó este lugar.
La imagen del santo era colocada entre los sembradíos, donde niños y adultos le dedicaban bailes mientras cargaban canastas llenas de la cosecha, productos que eran repartidos entre los asistentes para agradecer por el buen temporal.

La devoción a San Pascual Bailón se ha extendido en el municipio debido a la tradición de los hortelanos, las imágenes que los cuadros veneran peregrinan entre las familias que conforman el grupo para llegar un templo para su festejo.