Sin duda la historia política de nuestro país se encuentra llena de un sinfín de anécdotas, historias y personajes que han marcado, para bien o para mal, el devenir de nuestro sistema político, así como la construcción de nuestra cultura política, tanto a nivel nacional como en el mundo.
Recuerdo, aún siendo niño, durante el sexenio de Carlos Salinas, escuchar a mi madre contarme como en diversas universidades del mundo se impartían cursos específicamente acerca del entonces Partido Revolucionario Institucional (PRI) -digo entonces ya que actualmente el partido no es ni por asomo lo que alguna vez fue y representó- lo cual, a una corta edad, 14 o 15 años, pero con un bagaje político considerable, herencia de la formación sociológica y actividades políticas de mis padres, me causó una profunda impresión y deseo voraz por conocer la historia de lo que en ese momento era el partido político más emblemático y poderoso de nuestro país, siendo incluso llamado nuestro sistema político la Dictadura Perfecta, por el novelista y político Mario Vargas Llosa, debido al control y permanencia que ejerciera el PRI sobre el mismo.
En este tenor, uno de los personajes que se desprenden de la vasta historia del Revolucionario Institucional es Fidel Herrera Beltrán, abogado, político, escritor y académico, nacido el 7 de marzo de 1949 en la cuenca del río Cosamaloapan, Nopaltepec, Veracruz (lo que le valiera el mote de el filósofo de Nopaltepec al ser un gran orador y declamador de poemas de Amado Nervo), municipio curiosamente no muy lejos de Tlacotalpan, tierra del cantante, compositor y actor Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, mejor conocido como Agustín Lara.
Cursó sus estudios básicos y medios superiores (preparatoria) en escuelas públicas de Veracruz y Oaxaca, obteniendo el título de abogado por la UNAM en 1971, el grado de Maestro en Derecho en 2007 por la Universidad Veracruzana, institución en la que cursara tres años en la Facultad de Derecho (previo a su paso por la UNAM), obteniendo en 2010 el grado en Doctor en Derecho por esa misma institución.
Cobijado por el ala de Luis Echeverría Álvarez (político priista, presidente de México de 1970 a 1976) Herrera sería diputado en las décadas de 1970, 1980 y 1990. Asesor de Jorge Carpizo durante su gestión como Secretario de Gobernación en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Oficial Mayor de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, líder partidista en su estado natal, entre muchos otros cargos, conoció de cerca los entresijos del Estado.
Senador del 2000 al 2004, año en que dejara su escaño para ocupar la titularidad del Ejecutivo estatal en Veracruz hasta 2010, enfrentaría, durante este periodo, y a decir de diversas investigaciones, señalamientos por presuntos vínculos con la delincuencia organizada y actos de corrupción, relacionándolo con el cartel de los Zetas y el empresario Francisco Colorado Cessa, acusado en Estados Unidos de lavado de dinero para dicha organización, por medio de la compra de caballos pura sangre, figura que presuntamente habría apoyado financieramente con 12 millones de dólares a la campaña del futuro gobernador; vínculos con “Pancho” Colorado, contratista de Pemex y lavador de los Zetas, otorgándole 22 contratos a sus empresas por un total de 20.5 millones de pesos; o que tras el paso en 2010 del huracán Karl, dos meses antes de concluir su mandato, solicitara al gobierno local un crédito por 10 mil millones de pesos, destinados a la reconstrucción de la infraestructura afectada, recursos cuyo utilización fuera cuestionada así como la existencia de obras que no se llevaran a cabo.
Una vez concluido su mandato, deja en el cargo a Javier Duarte Ochoa, actualmente preso en el reclusorio norte por delitos de delincuencia organizada y peculado, y quien a decir del mismo fuera su padrino político, mentor y amigo, al grado de haber actuado Herrera como asesor en su tesis de licenciatura, testigo en su boda y padrino de bautizo de su primer hijo; y a la vez Duarte como su secretario particular en su paso por el Senado y subsecretario de Finanzas y Planeación del Estado de Veracruz durante el mandato de Fidel Herrera como gobernador, para posteriormente desempeñarse este último como jefe de campaña de Duarte en 2010 al ser candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz. Herrera sería nombrado en 2015 cónsul de México en Barcelona, España, cargo que se vería obligado a abandonar en 2017 tras presuntos señalamientos de compra de medicamentos falsos para pacientes con cáncer infantil y VIH durante su gobierno.
Sin duda, la figura de Fidel Herrera es controvertida, marcando época en Veracruz y en la política nacional. Acusado de presuntos malos manejos de las finanzas públicas, vínculos con la delincuencia organizada, criticado durante su mandato por el creciente poder y presencia del cartel de los Zetas, actos de corrupción, solicitar dinero a funcionarios públicos para apoyar campañas políticas de diversos priistas, entre otros, nunca fue perseguido legalmente por dichos temas, recordándolo incluso en Veracruz con cariño y respeto por amplios sectores de la población a los que beneficiara con programas oficiales y apoyos.
El exgobernador, retirado políticamente desde hacía varios años, con una carrera política que abarcó más de cuatro décadas, murió el pasado viernes 3 de mayo a la edad de 76 años, entrando, a decir de su hijo, Javier Herrera Borunda, diputado federal por Veracruz por el Partido Verde Ecologista de México, “en el sueño de la eternidad, y vaya que será eterno”.