Ciudad de México, México.– El asesinato de Sara Millerey, mujer transgénero de 29 años, ha generado una ola de indignación en Colombia.
Su brutal muerte, ocurrida el 4 de abril de 2025, fue un acto que muchos califican como transfóbico. El caso, que involucra un crimen con signos de violencia extrema, ha movilizado a las autoridades y a diversas organizaciones en la lucha por la justicia y los derechos de las personas transgénero en el país.

Una vida marcada por adversidades
Sara Millerey, nacida como Alejandro González, enfrentó múltiples dificultades desde su niñez. De acuerdo con el testimonio de una amiga cercana, quien compartió detalles en una reunión extraordinaria organizada por la Mesa Ciudadana LGBTIQ+, Sara sufrió desde temprana edad abusos y discriminación, incluyendo abuso sexual por parte de un familiar.
“Me dijo que empezó a ser muy rebelde desde pequeña y que en esa época había sufrido abuso sexual de parte de un familiar”, relató su amiga, citada por Teleantioquia.
El doloroso proceso de autodescubrimiento de Sara, quien se identificó como mujer desde su adolescencia, estuvo marcado por su lucha con la identidad de género.
“Estaba encerrada en un cuerpo que no le pertenecía”, explicó su amiga, refiriéndose al sentimiento de alienación que la acompañó a lo largo de su vida.

A lo largo de su juventud, Millerey enfrentó aún más dificultades. Dejó la escuela y cayó en el consumo de drogas, lo que la llevó a vivir en la calle durante un largo periodo. A pesar de sus problemas, su madre intentó apoyarla en su rehabilitación, pero los esfuerzos fueron interrumpidos por recaídas. En los últimos meses de su vida, Millerey residía en un cuarto en el barrio El Cóngolo, en Bello, un sector conocido por el consumo de drogas.
El crimen que dejó a Bello en shock
El 4 de abril de 2025, alrededor de las 3:00 p.m., la madre de Sara Millerey recibió una llamada de alerta. Su hija había sido arrojada a la quebrada La García, una zona conocida por actividades ilegales, incluidas el consumo y tráfico de drogas. Al llegar al lugar, encontró a Millerey aferrada a unas ramas, intentando evitar ser arrastrada por la corriente. Con la ayuda de testigos, fue rescatada y trasladada al hospital La María en Bello.
En sus últimas palabras, Millerey alcanzó a decir: “me tiraron a la quebrada”, pero no pudo identificar a sus agresores. La joven sufrió fracturas en sus extremidades y otros golpes que finalmente le costaron la vida. El 5 de abril, tras no poder sobrevivir a la gravedad de sus lesiones, falleció en el hospital.
Reacciones de autoridades y líderes políticos
La alcaldesa de Bello, Lorena Gutiérrez, se pronunció con firmeza ante el asesinato, condenando lo sucedido como un acto transfóbico.
“Alzo mi voz por Sara Millerey, mujer trans brutalmente asesinada. Le quebraron sus sueños, su cuerpo, su vida. No fue solo un crimen, fue un acto transfóbico que nos duele y nos indigna. La transfobia mata, no más indiferencia y no más silencio”, expresó la alcaldesa.
El 8 de abril de 2025, familiares, amigos y miembros de la comunidad LGBTIQ+ realizaron las honras fúnebres de Millerey, mientras exigen justicia por su muerte. Las autoridades locales y nacionales se han comprometido a esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.

El Ministerio de Igualdad y Equidad de Género también emitió un comunicado condenando el crimen y expresando su solidaridad con la familia de Sara. En sus redes sociales, afirmaron:
“La muerte de Sara Millerey enluta al país y evidencia las violencias estructurales que siguen afectando a las personas trans y LGBTIQ+ en Colombia. La vida de las personas trans importa y el Estado tiene la obligación de protegerlas”.
Reclamo de justicia y protección para la comunidad transgénero
La Defensoría del Pueblo también se unió a las voces de rechazo, haciendo un llamado urgente para que la sociedad no siga naturalizando el odio y la discriminación hacia las personas trans.
“Hacemos un llamado a la sociedad para que no se siga naturalizando el odio y el prejuicio, y a todas las entidades del Estado para que su acción proteja, garantice y dignifique las vidas de las personas transgénero”, comunicó la Defensoría.
El caso de Sara Millerey no solo ha expuesto la violencia extrema a la que se enfrentan las personas trans en Colombia, sino también las fallas estructurales en la protección de sus derechos.
En medio de la tragedia, la sociedad y las autoridades se ven ante la necesidad de actuar de manera más firme y efectiva para garantizar la seguridad y dignidad de la comunidad LGBTIQ+ en el país.