León, Gto.- Con el miércoles de ceniza, que es un día santo, da inicio la Cuaresma. Sin embargo, la toma de ceniza va más allá de una cruz en la frente.
Para la religión católica, la toma de ceniza es un recordatorio para la humanidad y un llamado a entender que “eres polvo y en polvo te convertirás“, así como también una época de conversión para el arrepentimiento.
El padre Francisco Gerardo Alvarado, párroco de la Parroquia del Sagrario, dijo que la toma de ceniza hace referencia a que Dios creó al hombre tomando el polvo con sus manos y lo formó.
“Nos recuerda que somos seres terrenales y que volveremos a lo que somos, polvo”, expresó.
Destacó que la misma vida es un momento para que haya esa conversión, recordando que se tiene que renovar la vida y arrepentirse de las cosas malas que se han hecho, viéndolo como una oportunidad para regresar a la casa de Dios.
El párroco destacó que la frase “arrepiéntete de tus pecados y cree en el evangelio”, la cual se dice al poner la ceniza, hace referencia a la reconversión.
“Junto con esa práctica inicia el tiempo de Cuaresma, que son 40 días. Dentro de la Sagrada Escritura, el número 40 es simbólico; 40, en sí, significa preparación y nos remonta al libro del Éxodo, a los 40 años que vivió el pueblo de Israel peregrinando para entrar a la tierra de Canaán, que les fue prometida”, añadió.
Mencionó que otro ejemplo de la Cuaresma es cuando Jesús, según los evangelios, pasó 40 días sin probar ningún bocado, 40 días en ayuno para prepararse para su vida ministerial, así como en los 40 días en que fue tentado por el demonio en el desierto, y en los cuales no cayó.

Señaló que la Cuaresma también representa vivir el Trigo Pascual, que es la pasión, muerte y resurrección de Jesús, y que se relaciona con el tema de la ceniza para dar inicio a la Cuaresma.
“La iglesia nos invita a tres acciones muy concretas con las cuales nos podemos preparar: el ayuno, que no solo va en la parte de alimentos y lo material, sino el ayuno de aquellas acciones que al final de cuentas nos separan de Dios; ayunar del pecado. La segunda es la oración y la tercera, vivir la caridad. Con esas tres acciones nos podemos preparar en este tiempo de Cuaresma”, señaló.
De la toma de ceniza, explicó que no la instituyó Jesús, sino que se convirtió en una práctica de la iglesia.
El párroco puntualizó que el tomar ceniza no es obligatorio, ya que aseguró que algunas personas lo hacen con la intención de que les vaya bien o como superstición. El tomar ceniza es para quienes se quieren preparar conscientemente para la Semana Santa.

“Es para la persona que diga que quiere un cambio de vida. Si no toman ceniza, no pasa nada. Si la toman, es también un testimonio para la misma iglesia”, dijo.
Recalcó que el participar en esta práctica es un acto piadoso y no litúrgico.
La preparación de la ceniza
El párroco Gerardo explicó que la ceniza que se pone a la gente se prepara con las palmas benditas de un año antes.
Agregó que a la gente se le pide que lleve las palmas que tienen en sus hogares al templo, las cuales son quemadas. Al estar benditas, tienen un valor más significativo.
“Se ponen en un bote, se les prende fuego y las cenizas que van quedando son las que se toman para hacer ese día la bendición de la ceniza, que es la que se pone a la gente”, finalizó.
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