INCIERTIDUMBRE. En el día a día de la disputa hasta ahora sorda por la candidatura a gobernador en el PAN, hay muchas dudas y pocas certezas en cuanto a los tiempos y en qué fase del proceso están cuando ni siquiera se ha oficializado que en Guanajuato habrá candidata.
LA ANÉCDOTA MANDA. Más allá de eso, sin reglas ni plazos, asistimos a una disputa en la que el ritmo lo marcan las anécdotas, los posicionamientos, las fotografías en redes sociales. Pero nada más.
LAS OTRAS COMPETENCIAS. Y también, en un carril distinto al de la candidatura a gobernadora, se mueven otros sueños y aspiraciones que necesariamente tendrán su impacto en la carrera que hoy protagonizan Alejandra y Libia.
ADELANTE. Hablamos de los que quieren ser candidatos y candidatas a las alcaldías. Y empecemos por los tránsfugas que han llegado del PRI al PAN con la ilusión de que los cobijen para ser alcaldes.
IMPORTADOS DEL PRI. Un par de casos: Leonardo Solórzano de Pueblo Nuevo y Lorenzo Chávez Salazar en Yuriria. Los 2 fueron presentados en su momento por Eduardo López Mares como conversos al panismo, pero eso no se interpreta solo de esa forma en las entrañas azules.
SUMAS QUE SON PROBLEMA. Porque en ambos municipios hay aspirantes de casa que sueñan con la candidatura. Y entonces si los que llegan de fuera, lo hacen con algún compromiso o promesa o ellos creen que la invitación al PAN incluye candidatura, se generan roces y envidias.
COSAS DE FAMILIA. Y entonces vienen los problemas. Y no llegamos todavía a las implicaciones de una eventual alianza con el PRI sino de los tricolores que dan el chapulinazo y creen que tendrán una candidatura. Habrá que preguntar entonces a los panistas de Pueblo Nuevo qué piensan de que el clan Solórzano que se ha manejado por encima de siglas ahora, quiera tener la franquicia azul. O que Lorenzo Chávez Salazar que fue priista toda su vida ahora quiera ser el candidato en Yuriria.
DE CASA. Y ahora planteemos ese escenario en otros municipios en donde el oficialismo parece tener favorito o favorita dentro del PAN. ¿Van a imponer la disciplina a todos los que soñaron con ser candidatos o candidatas a la alcaldía? ¿Qué les van a prometer a los que no sean los elegidos por el dedo? ¿Alcanzaron los cargos que creen merecer muchos en el PAN para calmar a potenciales rebeldes?
RETRASO. Y esto tiene que ver con los tiempos. El proceso en Guanajuato no arrancará en septiembre sino en noviembre y eso presiona a los dueños del balón porque entre más tiempo tarden las definiciones, más posibilidades de agitación hay.
LOS PADRINOS. Quienes son los señores y dadores de cargos y candidaturas están en Palacio de Gobierno y apoyan a Libia Dennise. Quienes se sientan desairados o insatisfechos con lo que les dan, tendrán de 3 sopas: aguantarse su berrinche en el PAN; irse a otro partido o apoyar a la precandidata rebelde…
CONTRA RELOJ. Faltan entre 4 y 5 meses para las definiciones. Lo suficiente para que las aguas azules se enturbien
LA DEL ESTRIBO…
La sesión de la Comisión de Reglamentos Consejeras electorales del Instituto Estatal Electoral (IEEG) se convirtió en un festival de reclamos entre consejeras electorales. En distinto tono, enfoque y destinatario Sandra Prieto, Beatriz Tovar y Concepción Montiel reclamaron a las unidades técnicas del organismo las deficiencias y retrasos en el análisis del impacto que tendrán en la operación del instituto las recientes reformas aprobadas por el Congreso local y que regirán el proceso 2023-2024. Prieto devolvió un documento a la Unidad Técnica del IEEG por las deficiencias técnicas y Montiel y Tovar reclamaron a la otra consejera que esa devolución las mantenga en ascuas, sin información y sin el ánimo de ganarle tiempo a la organización del proceso.
LIBIA DENISSE: LAS PRIORIDADES CAMBIAN
Hace justo 2 años, la entonces recién designada secretaria de Gobierno Libia Dennise García se comprometía a acompañar como titular de ese encargo en el gobierno a las 14 mujeres alcaldesas, independientemente del signo partidista porque frente a las acciones de violencia de género desde el poder.
“Porque seguramente se enfrentarán a situaciones que no van a vivir los hombres que gobiernan, que son justamente los señalamientos de violencia política en razón de género, los señalamientos a nuestra supuesta falta de capacidad para gobernar, señalamientos en fallas que cualquiera pudiera tener o cometer y que serán seguramente señalizados en nuestra calidad de ser mujeres en temas de género”, dijo en ese foro virtual organizado por el Instituto Estatal Electoral.
La secretaria de Gobierno Libia Denisse García Muñoz Ledo participaba en un foro de evaluación de la participación de las mujeres en el proceso electoral 2021. La secretaria de Gobierno quería ser la aliada institucional de las alcaldesas a partir de la realidad de que ya sabemos de esas manifestaciones de mayor dureza para cuestionar a una mujer en el gobierno en comparación con lo que se hace a un funcionario varón. A 2 años de distancia, ha cambiado el horizonte de García Muñoz Ledo quien para empezar ya ocupa otra cartera en el gobierno estatal y su protagonismo crece día con día porque es la favorita del gobernador Diego Sinhue para la candidatura.
Hoy, la agenda la secretaria de Desarrollo Social y Humano tiene otras prioridades y se combina con la aspiración de la candidatura a gobernador. Es un momento quizá en el que menos puede ser ella en la estrategia y se apega a las directrices que marcan los tiempos para posicionarla en el ajedrez electoral sobre todo ante el desafío que ha plantado Alejandra Gutiérrez Campos. No es que haya perdido aquella intención de ser incluyente y solidaria con las mujeres que participan en política pero hoy enfrenta el reto más importante de su carrera política y eso le obliga a poner el acento en otras cuestiones.
Y claro, eso implica riesgos porque evidentemente, dentro del PAN hoy se serán bandos y ella debe tomar posiciones y eso implica acercarse con algunos y algunas en el PAN pero también alejarse de otros y de otras.
De entrada, es otra mujer la que le disputa la nominación. Veremos cómo le va.
VIOLENCIA A MITAD DE 2023: OTRA VEZ CONTRA LAS CUERDAS
Se fue junio y con ello, la mitad de 2023 con cifras de violencia que confirman que la disminución de los niveles que se habían apreciado a lo largo de 2022 vuelve a repuntar a tal grado que este último mes se perfila como el más violento.
A reserva de conocer las cifras oficiales que da a conocer el secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública lo que ocurrirá hasta el día 20, los primeros datos confirman que este 2023 está más cerca de los niveles de 2021, el segundo año más violento después de 2020 que al año pasado cuando parecía que se veía la luz al final del túnel.
Y no solo en el caso particular de los homicidios dolosos que superaron otra vez la cifra de 300 en el estado sino de los asesinatos de policías con particular énfasis en el municipio de Celaya que tuvo un junio negro por los elementos que fueron agredidos.
En León que había acumulado 3 meses a la alza, parece haber una ligera disminución aunque no para bajar del piso de 80 homicidios mensuales que se han registrado desde el mes de marzo.
Celaya vuelve a ser sin duda el foco de violencia más preocupante del estado no solo por el aumento de asesinatos en general sino por el registro inédito de 8 homicidios de policías, 7 de ellos municipales y el otro, de la Guardia Nacional en la explosión del coche bomba en ese municipio, otra perla oscura de los niveles de violencia en el estado.
Estamos entrando ya al último tramo de los períodos de gobierno estatal y federal y de los propios municipios. Los frentes de preocupación se multiplican en el estado mientras la autoridad no encuentra ya algún dato positivo por presumir.
No hay mucho que decir seguramente frente a la acometida del crimen organizado. Las autoridades solo atinan a repetir la cantaleta de siempre ante la muerte de más policías. Que los matan porque hacen su trabajo como si los homicidios de policías tuviesen que ser una prenda de orgullo de que se va en el camino correcto.
Y bueno, ya sabemos que el gobierno federal sigue echándole la culpa a Enrique Peña Nieto y a Felipe Calderón del recrudecimiento de la violencia en varias entidades del país.
Y uno entiende el silencio de las autoridades. No tienen nada que decir frente al nuevo disparo de la violencia en el país y en el estado.
Se avecinan los tiempos electorales que no vaticinan nada bueno en el abono a un debate serio y de altura sobre lo que ocurre en el país. El repartidero de culpas se pondrá de a peso mientras la triste realidad sigue golpeando a la sociedad.