León.- Una pequeña lámpara que podría pasar desapercibida entre las torres de la Catedral Metropolitana de León, y que todos los días se enciende de color rojo, tiene un significado religioso.
La comunidad católica rememora con esta lámpara roja que parece estar colgada de un tendedero, un milagro que concedió la Madre Santísima de la Luz a la ciudad. Esa luz que todos los días se prende de rojo sobre la calle Hidalgo, es en reflejo del agradecimiento por el fin de una crisis de salud que padeció León: el cólera.
De acuerdo con José Luis Castro, líder de la Archicofradía de Nuestra Madre Santísima de la Luz, en 1892 cuando aun había presencia del cólera en León y la enfermedad bacteriana mantenía a la población temerosa, un párroco de la Catedral de León, devoto de la Virgen de la Luz, le pidió parar la tragedia, pues se registraron múltiples muertes por esta causa.
“Empezó a haber mucha mortandad, a contagiarse mucha gente, había un párroco que se llamaba José María Velásquez, un canónico de Catedral para aquel tiempo, muy devoto de la Madre Santísima de la Luz y le pidió que ayudara con esta situación al pueblo, en 1892, entonces la Madre le concede el favor, y él en agradecimiento todos los días desde aquel tiempo encendía una lamparita de cebo que todos los días tenía que ponerse ahí, un farolito rojo”.
La Virgen de la Luz les concedió lo que vieron como un milagro, por haber frenado la crisis de cólera en León. La infección llenó los panteones de la ciudad, luego de que los enfermos sufrieran diarrea intensa y deshidratación. Según el Archivo Histórico Municipal, ya no había lugar para las víctimas, por esta razón abrieron el Panteón Municipal de San Nicolás, en el bulevar Mariano Escobedo.
Debido al cólera, se tuvo que abrir un nuevo cementerio en León: el panteón de San Nicolás. Foto: Archivo
Al encender el farol rojo, los leoneses lo confundieron con una señal de tragedia, pues se veía desde cualquier punto de la ciudad. Creían que la Catedral Metropolitana advertía una catástrofe. Pronto, cuando se supo el significado, se convirtió en una lámpara que desde hace 131 años, se prende todos los días en agradecimiento y fe a la Virgen de la Luz.
“Mucha gente viendo la luz roja, ya ve que siempre es de alarma, y en aquel tiempo la Catedral se veía desde todos lados de León, la gente decía: viene la tragedia. Lo confundían (…) pero la Señora nos concedió el milagro de terminar con la epidemia”, contó el líder de la Archicofradía de Nuestra Madre Santísima de la Luz, previo a su celebración que se llevará a cabo este 24 de mayo, tras casi 300 años de tradición religiosa.
“La Virgen de la Luz es una advocación portuguesa, y aquí cuando ella se apareció pidió expresamente que se le llamara la Madre Santísima de la Luz, así completo. Parece muy largo, pero así lo pidió tres veces para que así fuera reconocida con esa aparición, con esta pintura que se dio en 1731 en la Isla de Sicilia (Italia)”, concluyó.
La Catedral Metropolitana de León. Foto: Ivonne Ortiz
JRP